No se necesita tener una bola de cristal, o ser un master en economía, como para vaticinar, con responsabilidad, que el presupuesto federal 2025 representa un severo golpe al bienestar de más de 100 millones de compatriotas, porque recibirán menos atención médica, menos medicamentos, menos calidad educativa, más inseguridad, mayor contaminación, menos acceso a la cultura, y lo peor, mayor precariedad en su alimentación.
Lo explico: El sector público (gobierno federal) tendrá ingresos por 8 billones 56 mil millones de pesos, pero anuncia que va gastar nueve billones 226 mil millones de pesos, generando un déficit de un billón 170 mil 166 millones de peos al terminar 2025, lo que representa más dinero público para pagar intereses de una deuda, y menos atención a los problemas que tenemos los mexicanos de pobreza y miseria.
La Secretaría de Salud, por ejemplo, sufrirá un recorte del 34%; la de Medio Ambiente y Recursos Naturales, 39.4%; la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, 36.2%; Sedena 43.8%; Cultura, 30.8%. En cambio, la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transporte >para seguir despilfarrando mediante subsidios al Tren Maya, el AIFA, el pago a los inversionistas del extinto aeropuerto de Texcoco, y otras obras ineficaces de AMLO<, tendrá un incremento del 72%.
Fotografiado así el presupuesto del primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, observamos que sacrifica la salud de millones de compatriotas (adiós Dinamarca), que si en el gobierno de López Obrador padecían la atención médica en el ISSSTE, en el IMSS, la falta de medicamentos ahora será peor con este recorte que sufrirá la Secretaría de Salud, y lo mismo acontecerá con la educación (adiós a la capacitación magisterial, a las escuelas de tiempo completo, a la reconstrucción de los edificios escolares, a su equipamiento), y también con el medio ambiente, la cultura y la innovación tecnológica.
Observamos, al desmenuzar el presupuesto 2025, que la realidad pinta de cuerpo entero al gobierno del 2do piso de la 4T. En el discurso defiende, alaba, protege y arropa a los pobres, pero en los hechos los condena a seguir siendo más pobres y miserables, lo que resulta criminal. Si de suyo era mala la atención médica con AMLO, con la presidenta Claudia Sheinbaum será de terror. Si ya no había carreteras, ahora solo las remozarán para que en los aguaceros de mayo en adelante desaparezcan. Uff, terrible y perverso, porque mantendrán las limosnas de los programas sociales (y en algunos casos los aumentarán) para conservarlos como clientela electoral solamente, pero que servirán tan solo para sobrevivir y eso, mientras haya dinero en caja, porque para desgracia nuestra, una crisis económica de grandes proporciones se avecina, tanto por la deuda pública, los intereses que hay que pagar de esta, la caída de las remesas, el encarecimiento del dólar, el estancamiento del aparato productivo, y por el descenso que tendremos del consumo.
Los problemas económicos para el gobierno de Claudia Sheinbaum ya empezaron. La bonanza o borrachera que engendraron los programas sociales empezaran hacer agua. El presupuesto federal 2025 nos avisa que el naufragio nos podrá alcanzar durante su mandato.
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