/ miércoles 20 de noviembre de 2024

Ahí viene el lobo

En todo mensaje las palabras cuentan y son importantes en todo acto de nuestra comunicación.

Hay quienes plantean que la riqueza verbal es una puerta que nos permite observar e interpretar al mundo y la realidad de una manera distinta, más compleja con los matices de quien brinda al lenguaje una relevancia que es cada vez más necesaria en épocas de un reduccionismo atroz. Claro, esto no deja de ser un supuesto alentador, pues sabemos que ni las expresiones culturales, en su dimensión artística, se constituyen en sí mismas, como una garantía de que los seres humanos hayamos aprendido de los errores de nuestra historia. Nada más lejano a eso.

Y volviendo al tema de Ricardo Ahued explicó "y vaya que la gobernadora me ha dado toda la libertad de generar equipo, eso es muy importante, y yo le agradezco mucho a ella porque estoy poniendo las manos al fuego por las personas que me van a acompañar, pero ahí va a haber una sola cosa: el cargo se va a ganar, empezando por mí, nadie tiene un cheque en blanco de la gobernadora para quedarse haciendo tonterías y no dando resultados". Eso es lo que debe ser y que no se vaya el poder a idiotizar, perdón que lo diga, pero con el poder es muy fácil embrutecer, atontar, que te vuelvas loco y es muy fácil que te vuelvas una persona prepotente, conmigo no va a pasar, pero sí soy una persona de carácter, soy gente que cuando tomo una decisión, la tomo en base a un análisis y con base a lo que me dictan tanto mis principios como la ley en mano. Eso don Richard, claro que le creemos.

La gobernadora nos instruyó gobernaremos para todos, que se atiendan los problemas de raíz, que no engañen a la gente, se revisen cuáles son los temas importantes que atender en cada región de Veracruz sin vaciladas. Deberán tener la humildad y carácter de honrar su cargo por lo que se estarán totalmente abiertos pues cada quien tendrá sus preferencias ideológicas partidarias, pero atenderán con base en la ley.

Ojalá entremos de lleno a un nuevo ciclo en la historia de Veracruz.

seguramente muchos de ustedes conocerán el cuento de "Pedrito y el lobo", en el que un pastorcito aburrido de ver pastar a sus ovejas decidió jugar una broma a sus vecinos gritando: ¡Ahí viene el lobo! Todos sus vecinos alarmados acudían en su ayuda y se retiraban enojados cuando descubrían la broma. Pedrito hizo esto una y otra vez, hasta que los vecinos dejaron de ir y cuando finalmente llegó el lobo nadie fue a socorrerlo.

Sí viene el lobo, pero no por todos.

En otro orden de ideas durante 2300 años, por lo menos desde la República de Platón, los filósofos han sabido cómo los demagogos ganan las elecciones democráticas. El proceso es sencillo y ahora acabamos de ver cómo se desarrolla.

En una democracia, cualquiera es libre de presentarse a un cargo, inclusive las personas que son absolutamente incapaces de dirigir o presidir las instituciones de gobierno. Platón consideraba que la gente común se dejaba controlar fácilmente por sus emociones y, por ende, era susceptible de este tipo de mensajes, un argumento que constituye el verdadero fundamento de la filosofía política democrática.

Asimismo, los filósofos siempre han sabido que este tipo de política no necesariamente está destinada a triunfar. Como sostenía Jean Jacques Rousseau, la democracia es más vulnerable cuando la desigualdad en una sociedad se ha vuelto arraigada y demasiado evidente.

Por ende, Rousseau llegó a la conclusión de que la democracia requiere una igualdad generalizada, sólo entonces, no resultará tan fácil explotar los resentimientos de la gente.

En todo mensaje las palabras cuentan y son importantes en todo acto de nuestra comunicación.

Hay quienes plantean que la riqueza verbal es una puerta que nos permite observar e interpretar al mundo y la realidad de una manera distinta, más compleja con los matices de quien brinda al lenguaje una relevancia que es cada vez más necesaria en épocas de un reduccionismo atroz. Claro, esto no deja de ser un supuesto alentador, pues sabemos que ni las expresiones culturales, en su dimensión artística, se constituyen en sí mismas, como una garantía de que los seres humanos hayamos aprendido de los errores de nuestra historia. Nada más lejano a eso.

Y volviendo al tema de Ricardo Ahued explicó "y vaya que la gobernadora me ha dado toda la libertad de generar equipo, eso es muy importante, y yo le agradezco mucho a ella porque estoy poniendo las manos al fuego por las personas que me van a acompañar, pero ahí va a haber una sola cosa: el cargo se va a ganar, empezando por mí, nadie tiene un cheque en blanco de la gobernadora para quedarse haciendo tonterías y no dando resultados". Eso es lo que debe ser y que no se vaya el poder a idiotizar, perdón que lo diga, pero con el poder es muy fácil embrutecer, atontar, que te vuelvas loco y es muy fácil que te vuelvas una persona prepotente, conmigo no va a pasar, pero sí soy una persona de carácter, soy gente que cuando tomo una decisión, la tomo en base a un análisis y con base a lo que me dictan tanto mis principios como la ley en mano. Eso don Richard, claro que le creemos.

La gobernadora nos instruyó gobernaremos para todos, que se atiendan los problemas de raíz, que no engañen a la gente, se revisen cuáles son los temas importantes que atender en cada región de Veracruz sin vaciladas. Deberán tener la humildad y carácter de honrar su cargo por lo que se estarán totalmente abiertos pues cada quien tendrá sus preferencias ideológicas partidarias, pero atenderán con base en la ley.

Ojalá entremos de lleno a un nuevo ciclo en la historia de Veracruz.

seguramente muchos de ustedes conocerán el cuento de "Pedrito y el lobo", en el que un pastorcito aburrido de ver pastar a sus ovejas decidió jugar una broma a sus vecinos gritando: ¡Ahí viene el lobo! Todos sus vecinos alarmados acudían en su ayuda y se retiraban enojados cuando descubrían la broma. Pedrito hizo esto una y otra vez, hasta que los vecinos dejaron de ir y cuando finalmente llegó el lobo nadie fue a socorrerlo.

Sí viene el lobo, pero no por todos.

En otro orden de ideas durante 2300 años, por lo menos desde la República de Platón, los filósofos han sabido cómo los demagogos ganan las elecciones democráticas. El proceso es sencillo y ahora acabamos de ver cómo se desarrolla.

En una democracia, cualquiera es libre de presentarse a un cargo, inclusive las personas que son absolutamente incapaces de dirigir o presidir las instituciones de gobierno. Platón consideraba que la gente común se dejaba controlar fácilmente por sus emociones y, por ende, era susceptible de este tipo de mensajes, un argumento que constituye el verdadero fundamento de la filosofía política democrática.

Asimismo, los filósofos siempre han sabido que este tipo de política no necesariamente está destinada a triunfar. Como sostenía Jean Jacques Rousseau, la democracia es más vulnerable cuando la desigualdad en una sociedad se ha vuelto arraigada y demasiado evidente.

Por ende, Rousseau llegó a la conclusión de que la democracia requiere una igualdad generalizada, sólo entonces, no resultará tan fácil explotar los resentimientos de la gente.