La “marca mujer” ha triunfado en términos electorales y ha abierto un camino irreversible hacia una mayor representación femenina en los más altos niveles del poder.
Hoy en Estados Unidos, la vicepresidenta Kamala Harris es la candidata presidencial para 2024 reflejando una tendencia global hacia el liderazgo femenino. Este fenómeno resuena en México, donde Sheinbaum se erigió como la única mujer en una contienda interna de Morena. México alcanzó y dos históricos en representación femenina: nueve gobernadoras y una jefa de gobierno. En Veracruz en este contexto Norma Rocío Nahle García se destacó como la figura más prominente con aspiraciones a la gubernatura después de haberse desempeñado como secretaria de Energía, subrayando la importancia global de la representación femenina en la política.
En su momento, la aparición de Xóchitl Gálvez como candidata de la oposición en México puede interpretarse como una respuesta directa al éxito de la estrategia de la “marca mujer”.
Este momento trasciende fronteras y se erige como un hito en la lucha por la igualdad de género en la política internacional.
Este logro sienta bases para futuras generaciones de mujeres líderes y reafirma el compromiso con la igualdad de género en la vida pública, en México y más allá de sus fronteras.
En otro orden de ideas mientras ustedes leen este texto queridos lectores, hay para mí varios mensajes hay pocos momentos del año en los que se concentra nuestra idea del tiempo y lo que implica generar nuevas perspectivas del futuro. Así se puede llegar a vivir el inicio de los nuevos ciclos escolares en todos los niveles educativos y, quizá, por parte de quienes forman parte de este complejo entramado administrativo, que se corona en un salón de clases, y la expectativa de quiénes protagonizarán este nuevo trazo del porvenir, en efecto, alumnas y alumnos que se constituyen como el eje que sintetiza el pasado, el presente y el futuro de nuestra sociedad.
Son miles las páginas que se han escrito a partir de esta apuesta que ha permitido el desarrollo de los seres humanos como parte de una civilización que ha creado instituciones de todo tipo, que ha cuestionado al poder y al statu quo para hilvanar cada uno de los tejidos que sostienen lo que hoy conocemos como los derechos humanos.
Páginas y páginas de analistas, filósofos, profesionales de la pedagogía que han teorizado acerca de aquello que nos permite observarnos y reconocernos como parte de sociedades que buscan la justicia y la democracia, que pueden apreciar la belleza que se cifra en el arte y reconocer esa tozuda obstinación que se encuentra detrás de cada nuevo tratamiento médico o las impactantes noticias que nos hablan acerca de cómo funciona la llamada inteligencia artificial y sus realidades virtuales.
Sí, conservamos frases, libros y una infinidad de expresiones que nos hablan acerca de la educación, a partir de la experiencia de quienes la han valorado o la han sufrido bajo ciertas circunstancias, pero que nunca serán idénticas a la que durante estos días, se comienzan a vivir en los nuevos salones de clase y los posibles vínculos con quienes se construirá ese espejo de nuestras sociedades, en las materias curriculares que plantean retos diferentes, en las preguntas que intentamos sembrar en las y los estudiantes y que siempre ofrecerán la posibilidad de conocer aquello que, como seres humanos, hemos logrado alcanzar o todo lo que sea destruido cuando la barbarie y lo irracional termina por imponerse. Vaya paradoja que nos ofrece al conocimiento y el papel de quienes comenzarán por conocer a sus estudiantes con tan solo nombrarles desde el primer día.