/ miércoles 27 de noviembre de 2024

La inmaculada percepción

En dos libros sobre teoría del poder, publicados en 2006 y 2007 por José Elías Romero Apis, denominado "cratoma a un cáncer en los sistemas de poder, que proviene de muchas causas desconocidas, pero que concluye en ingobernabilidad incurable, progresiva y terminal".

Con los ojos de la democracia vemos que hay revoluciones originadas porque no hay elecciones, pero hubo otras originadas porque sí hubo elecciones, como México 1910 y E.U. 1861. Con los ojos del constitucionalismo vemos que hay guerras porque se derivó una constitución, como México en 1913 y otras porque se expidió una constitución, como México en 1858.

Incluso, si lo vemos como poder político algunas sociedades estallaron para derribar la monarquía y fundar la república y otras por derrumbar a la república y entronizar a la monarquía. Hubo muchas por absolutismo de poder y otras tantas por poderes separados.

La ambivalencia está presente en todo. La velocidad salva en las ambulancias y mata en los borrachos. Las armas salvan a los guardias y matan en los criminales. La abogacía, la medicina y la política pueden salvar en las manos de los elegidos o pueden hundir en las manos de los perdidos.

Algo similar sucede con la ingobernabilidad, la cual es un síntoma, pero no es la verdadera enfermedad ni la causa patógena.

No se puede practicar la política si no se conoce la anatomía, la fisiología, y la terapéutica del poder. Del poder como ciencia exacta y no como chacota de cantina.

Sin ánimo de asustar a mis lectores, les diré que los humanos aún no sabemos ni siquiera cómo medir el poder política. En conocimiento del poder estamos retrasados como 400 años. Por favor no se asusten.

En otro contexto en ciertas ocasiones pensamos si, ante nuestros problemas colectivos, requerimos tan de buena suerte o además de algunos milagros. En la política, como en todo espacio del acontecer humano, existe la buena suerte y, también, ¿por qué no? Existen los milagros. La distinción entre una y otros es de naturaleza causal y no resultante. Controlar el poder es un paso indispensable para que las leyes funcionen. En Veracruz con la nueva administración que encabeza la gobernadora Rocío Nahle García, la que ha mantenido un diálogo constante con la presidencia Claudia Sheinbaum Pardo sobre la coordinación que habrá entre su administración y la Federación se va a priorizar el trabajo conjunto para establecer acciones de mejora en la entidad durante el próximo sexenio.

Las crisis tienen solución cuando se aceptan, se conoce la justa dimensión que tienen y se encaran. No será fácil tranquilizar las aguas. El arranque me gusta. Pero me encuentro justo ahora en el laberinto típico del hacedor de historias de no saber qué pasa después, qué sigue, cómo acaba. Se han trazado algunos escenarios. no es común que un columnista ventile sus angustias pues lo ortodoxo es que enfrente solo a sus tribulaciones hasta dar salida a sus ocurrencias, pero ahora haré una excepción y someteré al criterio público las diversas opciones que tengo para concluir felizmente este relato. Ojalá no le falle su gabinete. Nadie es indispensable ni existen súper hombres, ni súper mujeres que resuelvan los problemas estructurales con su solo prestigio. Rocío Nahle García aseguró que la entidad tendrá nivel político que emana de un movimiento transformador, 175 mil mdp presupuesto que ejercerá en su primer año. En política, como se sabe, nada es para siempre.

El tic tac del reloj se agota, resuena como una amenazante cuenta regresiva. Es hora de encarar la realidad, no sobra, falta tiempo para hacerlo.