Desde el PRI se difundió este miércoles una fotografía en la que aparecen los dirigentes estatales de los partidos que integrarán en Veracruz la alianza opositora: Marlon Ramírez (PRI), Federico Salomón (PAN) y Sergio Cadena (PRD).
No tendría nada de llamativo un encuentro de ese tipo, de no ser por el manejo que se le dio a la imagen, en el contexto de las elecciones de 2024.
El 29 de julio, el dirigente estatal priista se refirió a la alianza y dijo que esta debe privilegiar a las expresiones sociales, dado que los logotipos de los partidos no bastan para asegurar una victoria.
Este jueves, medios estatales manejaron la declaración de la senadora Indira Rosales, en el sentido de que por parte de Acción Nacional, la comisión responsable de las alianzas electorales era encabezada por el ex alcalde de Veracruz, Fernando Yunes, e integrada además por Juan Manuel de Unanue, alcalde de Boca del Río; Enrique Cambranis, coordinador de la bancada panista en el Congreso local; y José de Jesús Mancha, ex dirigente del partido en la entidad.
De acuerdo con esa versión, en esa lista no habría posición del grupo identificado con el senador Julen Rementería; y menos algún personaje vinculado al ex dirigente del partido, Joaquín Guzmán Avilés.
La senadora del albiazul aclaró que será el Consejo Estatal –integrado por 112 militantes– la instancia que decidirá si Acción Nacional va en alianza en las elecciones locales de 2024.
De acuerdo con Indira Rosales, el proceso electoral arrancará en octubre y en noviembre quedará definida la candidatura al gobierno estatal.
Sin embargo, en un escenario como el registrado en el contexto nacional, se ve casi improbable que el frente opositor se concrete en la elección presidencial y no en el proceso local veracruzano; es decir, la comisión panista de elecciones con seguridad ratificará la disposición de ir en alianza.
En el caso de la contienda por la gubernatura, la alianza opositora es prácticamente un hecho; y sólo quedan dos dudas por despejar: primero, si al frente opositor se termina sumando el Movimiento Ciudadano –dada la presión interna que ya se percibe–; y segundo, los candidatos tanto a la Gobierno del Estado como al Senado, así como la distribución de las posiciones por partido, en el caso de las diputaciones federales y locales.
Con relación a la candidatura al gobierno estatal del frente opositor, serán dos los factores que la determinen: la negociación en el Altiplano entre las dirigencias nacionales de los partidos participantes, y el perfil mejor evaluado entre los veracruzanos.
En ninguno de los escenarios posibles, el abanderado de la alianza será determinado por las dirigencias estatales de los partidos.
Tomando en cuenta lo cerrado que se espera el proceso electoral, más allá de las cuotas de los partidos y de sus votaciones en los recientes procesos, la alianza buscará a los personajes más rentables en términos electorales. Es ahí donde se disparan las probabilidades del diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla.
Pero si en el marco de las negociaciones, los partidos determinan que el abanderado debe ser panista, el nombre de Miguel Ángel Yunes Márquez cobrará relevancia. @luisromero85