/ martes 25 de junio de 2024

Repensar la discriminación en Veracruz

La derecha veracruzana debería repensar su estrategia discriminatoria, y reconocer que la mayoría del pueblo veracruzano no comparte una visión de exclusión y agresión como la que pusieron en el centro de su campaña.

La pretendida exclusión de la contienda electoral de nuestra gobernadora electa Rocío Nahle García por haber nacido en Zacatecas y el discurso reiterado de odio por su origen de nacimiento, fue rechazado contundentemente por el pueblo sabio de Veracruz, conocedor de que vivimos en una Nación que prohíbe todo tipo de discriminación y que la población tiene derecho de movilidad en todo el territorio nacional sin perder por ello derecho alguno.

Los del discurso de odio pretendían que la población veracruzana optara por violentar el artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la Constitución Política del Estado de Veracruz, pero la mayoría de la población veracruzana optó por respetar las leyes relativas a la no discriminación y no ir en contra de nuestra Carta Magna que, entre otros aspectos, prohíbe toda discriminación que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

La estrategia discriminatoria de la oposición, demostró además su falta de propuesta para atender los desafíos que enfrentan diferentes sectores de la sociedad veracruzana, aunque sí quedó claro que el eje de su gobierno sería la discriminación para las personas que nacieron en otro territorio y decidieron adoptar a Veracruz como su nuevo hogar, pero además de eso ¿qué?, en realidad nunca se supo qué proponían.

Como una gran lección para este grupo discriminador, el 2 de junio pasado, la gran mayoría del pueblo veracruzano mostró que hacía mucho tiempo había repensado la discriminación, y optó por combatirla con el arma más pacífica que el pueblo tiene a la mano, su voto, pero además, optó por continuar por el camino de la transformación para seguir construyendo el bienestar.

El gran apoyo a esta visión del Veracruz que deseamos, no implica dejar de reconocer muchos desafíos aun por enfrentar que afectan a diferentes sectores en nuestro estado, como por ejemplo, la mejora en las condiciones de vida de las y los campesinos.

Los desafíos en el sector salud son múltiples y variados, siendo el más sentido la insuficiente infraestructura médica, por lo que la construcción de hospitales en coordinación con el sistema federal de salud para lograr contar con al menos, una cama por cada mil habitantes como lo establece la Organización Mundial de la Salud; sin duda será atendido en este segundo piso de la Cuarta Transformación en Veracruz.

El embudo que históricamente se ha generado en el acceso a la educación superior, es otro gran desafío que seguramente será atendido en acuerdo con las diferentes instituciones públicas de este nivel educativo de nuestro estado, como ya lo estableció nuestra gobernadora electa en su compromiso 46.

El deseo de la mayoría de los veracruzanos de seguir siendo una sociedad progresista, solidaria y no discriminatoria, a la par del refrendo a la gestión de nuestro presidente de México Andrés Manuel López Obrador, la esperanza de seguir transformando con cambio bajo la conducción de la primera mujer Presidenta en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, así como los 80 compromisos expresados por nuestra próxima gobernadora de Veracruz, y de manera particular el compromiso número 2 que expresa su vocación para gobernar en territorio, supervisando, escuchando y resolviendo, es lo que sin duda generó esa confianza de la mayoría expresada en las urnas el pasado 2 de junio.

La población quiere ser escuchada y atendida, así que como amor con amor se paga, segura estoy que la escucha, el diálogo y la capacidad resolutiva de problemas del pueblo, será el sello distintivo de Rocío Nahle.

*Diputada federal. Morena

La derecha veracruzana debería repensar su estrategia discriminatoria, y reconocer que la mayoría del pueblo veracruzano no comparte una visión de exclusión y agresión como la que pusieron en el centro de su campaña.

La pretendida exclusión de la contienda electoral de nuestra gobernadora electa Rocío Nahle García por haber nacido en Zacatecas y el discurso reiterado de odio por su origen de nacimiento, fue rechazado contundentemente por el pueblo sabio de Veracruz, conocedor de que vivimos en una Nación que prohíbe todo tipo de discriminación y que la población tiene derecho de movilidad en todo el territorio nacional sin perder por ello derecho alguno.

Los del discurso de odio pretendían que la población veracruzana optara por violentar el artículo 1° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la Constitución Política del Estado de Veracruz, pero la mayoría de la población veracruzana optó por respetar las leyes relativas a la no discriminación y no ir en contra de nuestra Carta Magna que, entre otros aspectos, prohíbe toda discriminación que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.

La estrategia discriminatoria de la oposición, demostró además su falta de propuesta para atender los desafíos que enfrentan diferentes sectores de la sociedad veracruzana, aunque sí quedó claro que el eje de su gobierno sería la discriminación para las personas que nacieron en otro territorio y decidieron adoptar a Veracruz como su nuevo hogar, pero además de eso ¿qué?, en realidad nunca se supo qué proponían.

Como una gran lección para este grupo discriminador, el 2 de junio pasado, la gran mayoría del pueblo veracruzano mostró que hacía mucho tiempo había repensado la discriminación, y optó por combatirla con el arma más pacífica que el pueblo tiene a la mano, su voto, pero además, optó por continuar por el camino de la transformación para seguir construyendo el bienestar.

El gran apoyo a esta visión del Veracruz que deseamos, no implica dejar de reconocer muchos desafíos aun por enfrentar que afectan a diferentes sectores en nuestro estado, como por ejemplo, la mejora en las condiciones de vida de las y los campesinos.

Los desafíos en el sector salud son múltiples y variados, siendo el más sentido la insuficiente infraestructura médica, por lo que la construcción de hospitales en coordinación con el sistema federal de salud para lograr contar con al menos, una cama por cada mil habitantes como lo establece la Organización Mundial de la Salud; sin duda será atendido en este segundo piso de la Cuarta Transformación en Veracruz.

El embudo que históricamente se ha generado en el acceso a la educación superior, es otro gran desafío que seguramente será atendido en acuerdo con las diferentes instituciones públicas de este nivel educativo de nuestro estado, como ya lo estableció nuestra gobernadora electa en su compromiso 46.

El deseo de la mayoría de los veracruzanos de seguir siendo una sociedad progresista, solidaria y no discriminatoria, a la par del refrendo a la gestión de nuestro presidente de México Andrés Manuel López Obrador, la esperanza de seguir transformando con cambio bajo la conducción de la primera mujer Presidenta en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo, así como los 80 compromisos expresados por nuestra próxima gobernadora de Veracruz, y de manera particular el compromiso número 2 que expresa su vocación para gobernar en territorio, supervisando, escuchando y resolviendo, es lo que sin duda generó esa confianza de la mayoría expresada en las urnas el pasado 2 de junio.

La población quiere ser escuchada y atendida, así que como amor con amor se paga, segura estoy que la escucha, el diálogo y la capacidad resolutiva de problemas del pueblo, será el sello distintivo de Rocío Nahle.

*Diputada federal. Morena