La gobernadora electa, Rocío Nahle, se ha convertido en una figura clave en el horizonte político de México. Su currículum incluye cargos como diputada federal, senadora y secretaria de despacho federal, y hoy es la gobernadora electa de una de las principales entidades federativas del país. Esto la coloca automáticamente en una sólida posición como potencial sucesora de Claudia Sheinbaum, a seis años vista. Sin embargo, para lograrlo, primero deberá sortear grandes y emocionantes desafíos en Veracruz.
Uno de los principales retos será la reactivación económica del estado, que se ha visto afectada desde la pandemia y que no es exclusiva de esta entidad. La fortaleza radica en el desarrollo de políticas que fomenten el turismo, un gran catalizador de la economía tanto en términos de funcionalidad como en la atracción de inversiones. Por otro lado, se presenta la oportunidad del nearshoring, que podría generar un margen de aprovechamiento de aproximadamente 10 mil millones de dólares para el estado, lo que, a su vez, tendría un efecto multiplicador en la economía y aumentaría el ingreso público, tanto por ingresos propios como por el incremento en las participaciones.
El Tren Transístmico también representa un gran catalizador para la inversión privada, ya que no solo impacta la economía del estado, sino también el entorno nacional e internacional. Por ello, el diseño de una estrategia de integración regional será crucial, no solo para hacer crecer el Producto Interno Bruto Estatal (PIBE), sino también para reducir la pobreza y la desigualdad. Se podría aspirar a un PIBE al final de su sexenio de 2 billones de pesos, con un crecimiento cercano al 100%. En este contexto, el actuar de la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario (Sedecop) es fundamental para aprovechar la coyuntura.
En cuanto al aspecto financiero, el estado ha mostrado un desempeño positivo, lo que ha llevado a que el secretario Lima repita en su cargo, un hecho que aporta certeza al manejo y la fortaleza financiera, indispensables para atraer inversión nacional y extranjera. Los desafíos en este rubro incluyen el aumento de los ingresos propios, lo cual representa un reto importante, ya que en los últimos años se han registrado cifras récord en recaudación. La fusión con la Subsecretaría de Planeación debería resultar en un aumento no solo derivado del efecto multiplicador del incremento en la producción, sino también por la implementación de estrategias financieras. Un buen desempeño en este ámbito podría llevar a que los ingresos propios representen un 12% del ingreso total.
Otro desafío será atender las desigualdades económicas y sociales. La pobreza y la falta de oportunidades son problemas persistentes en la región. Nahle deberá diseñar programas que promuevan el desarrollo social y económico en las comunidades más vulnerables, garantizando el acceso a servicios básicos y oportunidades de empleo.
Finalmente, la sostenibilidad económica y la protección del medio ambiente deben estar en el centro de su agenda. Veracruz cuenta con valiosos recursos naturales, y la explotación sostenible de estos será clave para asegurar un desarrollo económico a largo plazo.
En el ámbito de la gobernabilidad, es crucial la coordinación entre los órdenes y niveles de gobierno. Una buena comunicación entre el municipio y el estado debe adaptarse a las características de cada región; no se pueden aplicar las mismas políticas en la región de Los Tuxtlas que en las Altas Montañas, el Sotavento o la Huasteca. Por ello, la coordinación y la identificación de cada región son fundamentales para el éxito de la gobernanza, lo que, a su vez, permitirá mejorar aspectos como la discriminación, la igualdad de condiciones y la disminución de conflictos. La colaboración entre los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo, manteniendo la autonomía de cada uno, facilitará un funcionamiento óptimo.
La seguridad pública es probablemente el reto más grande al que se enfrentará la futura gobernadora. Sin embargo, este tema no es de su directa responsabilidad, ya que, en materia de seguridad pública, la mayor parte de la responsabilidad recae en la Federación. Por ello, la coordinación en este ámbito debe ser precisa. Lo que sí puede gestionarse de manera activa es la prevención; la Secretaría de Seguridad Pública y la de Gobierno deberán trazar un camino que genere un impacto tanto a corto como a largo plazos. Lograr esto no será fácil, pero es un esfuerzo que vale la pena realizar.
Estos son solo algunos de los puntos que, de lograrse, perfilarán aún más a la gobernadora electa hacia el 2030.
@EdgarSandovalP
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