Todos, absolutamente todos, hemos sido testigos de cómo y cuánto ha cambiado nuestro entorno. Altas temperaturas donde hace 20 años eran zonas templadas, lluvias torrenciales, granizadas atípicas, sequías apocalípticas: son muestra del cambio climático.
Y no, eso no pasa a millas de kilómetros de nuestro hogar; hace unos días, en mi ciudad y Puerto de Veracruz, llovió más que con “Stan”, produciendo inundaciones que pusieron en peligro a cientos de veracruzanos; nos tomamos a todos por sorpresa, lo que provocó que muchos perdieran lamentablemente su patrimonio.
Peor aún es que México es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático, pues el 15 por ciento de nuestro territorio, el 68 por ciento de la población y el 71 por ciento de nuestra economía están expuestos a las consecuencias adversas de ese fenómeno y, por entidades federativas, Veracruz es una de las que corren mayores riesgos, esto de acuerdo con datos del Banco Mundial.
No hay duda: el cambio climático afecta de forma más intensa a los más desprotegidos, lo que incrementa las desigualdades y la pobreza. Por eso, esta semana, ante el Congreso local presenté una iniciativa para otorgar atribuciones más precisas a las autoridades municipales, así como para reconocer los esfuerzos de las y los veracruzanos que se sumen a la tarea de luchar contra este fenómeno.
Se trata de una reforma a la Ley Estatal de Mitigación y Adaptación ante los efectos del Cambio Climático, para incluir a los ayuntamientos del estado entre las autoridades en la materia y para que cada uno de los 212 se integren al Consejo Estatal para la Mitigación y Adaptación ante los efectos del Cambio Climático, encargado de definir la estrategia estatal en la materia.
Otro de los objetivos de la propuesta es establecer la coordinación entre los gobiernos estatales y municipales, a efecto de que estos emitan sus opiniones conforme a los temas que señala el titular de la Secretaría del Medio Ambiente y que se otorguen estímulos fiscales a los particulares que en sus predios realicen acciones de mitigación a favor del medio ambiente.
Con lo anterior, garantizaríamos que la ciudadanía tenga incentivos que permitan tomar acciones verdes, que en conjunto nos hagan comprometernos para que las generaciones futuras sean sustentables.
Aunado a lo anterior, mi propuesta se enmarca en los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se refieren a garantizar una vida sana y promover el bienestar para todas y todos, sin distinción, así como garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento; lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; además de adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos; entre otros.
Con el voto de mis compañeras y compañeros diputados, promovemos que nuestro estado sea más justo, pacífico e incluyente, con un bienestar real. El tiempo de actuar es ahora. Es momento de que cada uno de nosotros contribuyamos, en el desempeño de nuestras actividades, a combatir prácticas que dañan el medio ambiente; a cuidar plantas, proteger bosques y selvas o limpiar cuerpos de agua. No hay tiempo que perder.
@AniluIngram
* Diputada local del Grupo Legislativo Mixto Por Amor a Veracruz Verde.