Cada 5 de mayo, Puebla y todo el país, conmemoran una de las fechas y acontecimientos más importantes de México: la Batalla de Puebla. Estudiantes, además de contingentes del Ejército Mexicano, participan cada año en el conocido desfile cívico militar para recordar la importancia de este combate ocurrido un 5 de mayo del año 1862.
Inmortalizada en la historia de México, la Batalla de Puebla fue uno de los acontecimientos que fueron fundamentales en la defensa de la soberanía de nuestro país al enfrentarse a las tropas francesas durante la segunda invasión a México.
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Aunque esta fecha es y siempre será recordada, Veracruz también ha sido parte fundamental de la historia de nuestro país, pues antes de esta batalla se libró una más que fue la antesala y ayudó al pueblo mexicano conocer a lo que se enfrentaría: se trata de la conocida, Batalla de las Cumbres en Acultzingo.
¿Cómo inició la Batalla de las Cumbres en Acultzingo?
Ubicadas en los límites de la ciudad de Puebla con Veracruz, a 1 hora de la ciudad de Orizaba y a 1 hora con 23 minutos de Córdoba, las Cumbres en Acultzingo fueron testigo de una batalla librada entre las fuerzas mexicanas y el ejército francés, la cual es considerada como una parte fundamental para la victoria lograda en Puebla.
La Batalla de Las Cumbres en Acultzingo fue el primer enfrentamiento que el Ejército Mexicano tuvo contra los franceses, durante su segunda intervención en nuestro país.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), esta batalla dio inicio tras la fuerte crisis económica que el país sufrió tras la Guerra de Reforma, ocurrida desde el 17 de diciembre de 1857 hasta el 1 de enero de 1861, todo esto debido a la división entre los liberales y conservadores.
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Tras esto, el gobierno del presidente Benito Juárez fue obligado a suspender el pago de algunas deudas con otros países, entre ellos España, Inglaterra y Francia, generando una reacción inmediata.
Estos tres países firmaron un convenio para intervenir las fortalezas militares de México, con el objetivo de reunir recursos de las aduanas para así cobrar las deudas que el país había suspendido debido a la crisis. Aunque México pidió una prórroga para poder cubrir dicha deuda, los países europeos enviaron sus tropas a las costas de Veracruz. La primera en llegar fue la escuadra de España, un 8 de diciembre de 1861, seguida de Inglaterra el 6 de enero de 1862 y la de los franceses, el 7 de enero del mismo año.
Con la llegada de las tropas extranjeras, Veracruz escribió sus primeras letras dentro de la historia de la soberanía de México con los Tratados Preliminares de la Soledad, firmados un 19 de febrero de 1862 en el municipio de Soledad de Doblado. Su objetivo era negociar la intervención de dichos países para así evitar algún enfrentamiento con tropas mexicanas.
Este hecho fue llevado a cabo por el entonces general Manuel Vicente Ramón Doblado, quien logró convencer al español Juan Prim, y el inglés Lord John Russel de retirarse, sin embargo, Dubois de Saligny, designado por Francia, se negó y continuó dicha incursión.
Tras negarse, un 5 de marzo de 1962 llegó a Veracruz el general Carlos Fernando de Latrille, Conde de Lorencez, dando paso así a la primera intervención mexicana contra Francia.
¿Cuándo ocurrió la Batalla de las Cumbres en Acultzingo?
Carlos Fernando de Latrille dio inicio a su intervención pasando por las ciudades de Córdoba hacia Orizaba, violando los acuerdos firmados en Soledad de Doblado, dando paso así al primer enfrentamiento en las Cumbres en Acultzingo un 28 de abril de 1862.
La batalla fue liderada por el general José María Arteaga y en ella participaron alrededor de dos mil hombres de la Segunda División del Ejército de Oriente con cuatro brigadas. El enfrentamiento duró cerca de tres horas, sin embargo, el general fue lesionado, provocando que las fuerzas mexicanas de dispersaran.
Aunque las tropas francesas continuaron su paso, el encuentro dejó un saldo de 34 soldados caídos por parte de los extranjeros, además de 50 militares mexicanos, sin embargo, esta fue la antesala para el duelo librado en Puebla.
Existen algunas condecoraciones expedidas por Benito Juárez, reconociendo a los militares mexicanos que participaron en dicha batalla y fueron parte fundamental para retrasar a las tropas francesas para su posterior enfrentamiento el 5 de mayo de 1862.