Mano de obra sigue la historia de Francisco, un albañil que trabaja construyendo una casa de lujo en la Ciudad de México. Un día, su hermano, que también es parte del equipo, sufre un accidente y muere. Su cuñada le cuenta que no habrá indemnización, pues según los estudios su hermano estaba alcoholizado durante horas laborales, aunque él jamás tomó alcohol. Ante la impotencia de la situación, Francisco buscará hacer justicia por mano propia, por él y por el resto de la clase obrera que sufre la opresión y explotación de los más acomodados.
“Esta no es una realidad que nos es ajena a ningún mexicano”, comenta Luis Alberti, quien interpreta a Francisco en el filme. “Cuando me llamaron para proponerme participar en la película, justo pasaba esto en mi familia: un ser querido acababa de accidentarse trabajando y tampoco hubo indemnización. Desde ahí esta historia me tocó en lo personal, pues es una realidad que no nos es tan lejana, estemos en el nivel social o económico que sea. La película hace una síntesis muy honesta, clara y palpable en todos los niveles”.
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Dirigida por David Zonana, quien ha producido los filmes Chronic y Las hijas de Abril de Michel Franco, Mano de obra tuvo su estreno en el Festival Internacional de Cine de Toronto. De ahí viajo al certamen cinematográfico de San Sebastián y posteriormente al Festival Internacional de Cine de Morelia, donde Alberti se llevó el premio de Mejor Actor. El domingo, el histrión repitió este reconocimiento en los Premios Ariel, mientras que su director se llevó el galardón a Mejor Ópera Prima.
“Mano de obra trata de esta opresión sistemática que viven millones de personas en México, Latinoamérica y en el mundo en general por medio de impunidad, corrupción y precariedad laboral. Y la necesidad de cambio y justicia que surge a través de esto que difícilmente se alcanza por vías legales porque el sistema se alimenta de que no sea fácil para los oprimidos librarse de estas cadenas”, ahonda Zonana, sobre la cinta en la que debuta como cineasta.
Más allá de los premios y nominaciones, hablar sobre la desigualdad social y los contrastes económicos es lo importante para el director David Zonana, sobre todo tras la crisis económica que vive México y Latinoamérica tras los efectos de la pandemia en el mundo.
“En este momento de crisis sólo cabe esperar que esto no empeore, aunque se ve difícil. Es importante que la gente abra los ojos a esta situación y si la película ayuda en esa dirección, a crear un poco de conciencia de la difícil situación que viven miles, sino millones de mexicanos y que puede ser agraviada por ese momento de crisis, yo me doy por bien servido”, dice el cineasta.
Luis Alberti coincide en que la película se estrena en México en un momento coyuntural, donde es más fácil comprender los contrastes sociales. “Ahora las condiciones de trabajo son más duras de lo que ya eran. Hay un nivel de desempleo nuevo debido a esta situación (de la pandemia) que habrá que enfrentar. Y todos los trabajadores tenemos que apoquinar y aguantar lo más posible, pero tenemos que luchar por lograr condiciones de trabajo más justas y lograr restablecer nuestra normalidad y poder trabajar, construir y crear”.
Mano de obra plantea la justicia de propia mano “y lo que esto significa en términos de dilemas morales y consecuencias sociales hacia estos nuevas formas de gobernar, son ciclos de los cuales parece que no se puede salir”, señala Zonana.
Para realizar la película, David Zonana se alió de albañiles reales que trabajaron como actores en la película, quienes les contaban experiencias personales o cercanas que habían vivido y que fueron retomados para darle mayor fuerza al guion escrito por él mismo.