Orizaba, Ver.- Con más de 40 años de dedicarse a la carpintería, Rafael Torres Segura aprendió a hacer artesanías con madera, a reparar instrumentos musicales, así como a promover el son jarocho, que interpreta con su grupo jaranero.
Detrás de la bella melodía de una jarana, no sólo se encuentra el talento del músico que la toca, sino también la destreza e ingenio de quien la creó con sus manos, para conseguir el sonido perfecto.
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En el espacio donde expone sus artesanías, don Rafael, como le dicen amigos y familiares, platica que le llevan instrumentos musicales de madera tales como guitarras y arpas para que las repare.
"Estoy inmerso en el mundo de la música, soy carpintero y antes trabajé en ferrocarriles. Ahora me metí a la pintura y a promover el son jarocho".
Explica que con la intención de promover la música trae artistas para que den talleres a los jóvenes y aprendan el son jarocho, para que en un futuro sean profesionales.
Señala que hay chicos a los que les gusta el son jarocho, pero no se les da una oportunidad, pero una vez capacitados emigran al sureste de Veracruz, donde hay mucho sonero.
Él es parte de un grupo de son jarocho, al que invitó a los músicos integrarse, para que cuando llegue a fallar alguno, entre otro para que se eche un “palomazo”.
Apenas, recuerda, recibió la invitación de un pianista para acompañar a un grupo que toca una fusión con flamenco y árabe.
Don Rafael enseña, también, a transformar la madera. Es una tarea complicada que requiere habilidad, paciencia y arte, apunta.
En casa me apoya mi esposa y a veces mi hijo, en elaborar las artesanías de maderaRafael Torres Segura
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El arte que impulsa nació como una especialización de la carpintería, que con el paso del tiempo se transformó en una profesión independiente, en la que se mezcla lo artesanal con lo artístico y la música.