Orizaba, Ver.- La aparición de productos chinos, aunque de mala calidad y bajo costo en el mercado nacional, desplazó a los comales de barro que elaboran artesanas de la Sierra de Zongolica, dijo Fernando Hernández Cruz, agente municipal de la Cuesta, localidad del municipio de Camerino Z. Mendoza.
En entrevista para El Sol de Orizaba destaca que hacen un esfuerzo por rescatar y preservar la elaboración de los comales y figuras de barro, los cuales son utilizados por familias de las zonas serranas.
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Producción y venta de comales artesanales en riesgo
Recuerda que, en los últimos tres años, del 100 por ciento de la población que se dedicaba a la fabricación y venta de comales, solo el 5 por ciento lo sigue haciendo y, las personas que reciben un pedido ya no se dan abasto para cumplir con esa solicitud, pues el proceso para realizar un solo artículo es de un mes y los materiales son caros; además, se necesita de un ayudante, por el peso que tienen.
Destaca que hoy, las mujeres ya no preparan tortillas en el comal, prefieren comprar las de máquina, para ahorrarse tiempo y esfuerzo en producirlas.
¿Cuánto cuesta un comal artesanal de barro?
Dijo que, aunque depende mucho del tamaño del comal, las artesanas ofrecen los más pequeños en cinco pesos, es decir, prácticamente lo regalan y, los más grandes se venden en 50 pesos.
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Como la competencia que enfrentan es fuerte, las pocas ganancias que obtienen por la venta, no les alcanza para mantener a su familia”, abunda.
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Revela que con la proyección de la Casa de la Mujer Indígena, que se inauguró en las instalaciones de la Agencia Municipal de La Cuesta, buscan dar valor agregado a las artesanías y productos hechos por hombres y mujeres de los pueblos originarios, ya que son manifestaciones culturales que forman parte de sus usos, costumbres y tradiciones.
Explica que, en la comunidad de La Cuesta no solo transforman el barro en artesanías propias de la zona, sino que también las familias conservan su lengua materna, el náhuatl, y siguen ocupando su vestimenta tradicional, aún y cuando poco a poco son absorbidos por la mancha urbana.