Ceremonia espiritual de cosmovisión: curandero explica ritual Xochitallis

Las vendedoras que instalaron sus puestos afuera del mercado ofrecieron una “infusión de azahares del primer viernes”

Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

  · viernes 1 de marzo de 2024

El ritual es una ceremonia espiritual de cosmovisión náhuatl, que se realiza con el propósito de pedir por las nuevas cosechas, siguiendo la tradición ancestral de las abuelas y abuelos indígenas / Foto Mayra Figueiras / El Sol de Orizaba

Orizaba, Ver.- En la banqueta del mercado Melchor Ocampo, curaderas y curanderos realizaron el ritual indígena Xochitlallis de semillas, en honor a la gran Abuela Tonantzin (Madre Tierra).

Antonio Ramírez Mota, sanador y curandero, dijo que el ritual es una ceremonia espiritual de cosmovisión náhuatl, que se realiza con el propósito de pedir por las nuevas cosechas, siguiendo la tradición ancestral de las abuelas y abuelos indígenas.

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“Pedimos lluvias, y fertilidad de la tierra con la bendición de semillas, que es una de las celebraciones más importantes de las comunidades indígenas, mediante el ritual se refuerza la identidad y el trabajo colectivo”.

¿Qué significa Xochitallis?

El término Xochitlallis significa ofrecer flores a la tierra, es un ritual de culto a la Madre Tierra (Tlaltikpaktli) y a otras deidades relacionadas con el subsuelo, el monte y las corrientes de agua.

Sintetiza las nociones centrales del pensamiento religioso de los nahuas de la Sierra de Zongolica, comunidades de la zona del volcán Pico de Orizaba, y remite a su vez a la cosmovisión.

Juan Flores, curandero, dice en este primer viernes de marzo las familias indígenas de Ixhuatlancillo acostumbraban “limpiar” con sahumaciones de chile seco quemado, tanto para espantar a los “malos espíritus” como para atraer estabilidad económica a los inquilinos de la casa, además, se dice que aleja las envidias.

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Recuerda que otra de las prácticas que tiene amplia difusión en la región de Zongolica y faldas del volcán, es la de colgar la sábila atrás de la puerta principal de la casa. En realidad, se trata de un manojo de hierbas de olor como romero, manzanilla, azumiate, santa maría, pirú, claveles rojos, ruda, albahaca, ajo, espinosilla y saúco, así como una sábila, entre otras.

Comenta que la sábila se combina con un chile seco o chile ancho de gran tamaño y se amarra con un listón rojo, se rocía con loción verde o loción de “siete machos” y, se cuelga atrás de la puerta en la parte superior o a un lado.

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Expresa que la intención de poner la sábila detrás de la puerta principal es proteger a los moradores de enfermedades o “trabajos” hechos por personas fanáticas de la magia y hechicería.

Se cree que esos trabajos o enfermedades se enredan en las espinas de la sábila, y en caso de ser muy fuertes secan la planta.

Las vendedoras que instalaron sus puestos afuera del mercado ofrecieron una “infusión de azahares del primer viernes”, que preparan con aguardiente o alcohol del 96, rebajado con agua y se le agregan azahares de siete tipos, entre los que sobresalen los de diversos tipos de naranja, cidra, pomelo, lima, limón y durazno, entre otros.

Las comerciantes le agregan ramas de: toronjil, anís de monte, manzanilla, zacate limón, hinojo, cedrón y otras hierbas dulces.

Esta infusión la utilizan principalmente en el tratamiento de sustos, corajes, dolores estomacales y cólicos menstruales, para lo cual se toma una copita o se disuelve un poco en agua, para no sentir “lo fuerte” de la misma.

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