No es una moda sino una necesidad ir al pasado y recuperar los nombres de cuántas mujeres se han quedado sin entrar en la Historia con H mayúscula a pesar de su talento, valor y dedicación, manifiesta el colectivo Cúmulo de Tesla, que ya tiene en circulación en América Latina, España y Estados Unidos el libro Mis Pies Tienen Raíz. Mujeres del Mundo de Habla Hispana.
La pintora xalapeña Atenea Castillo Baizabal, a cargo de la ilustración del volumen editado por Océano Travesía, celebra la impresión del libro donde son incluidas 21 mujeres, entre ellas, sor Juana Inés de la Cruz, María Elena Walsh, Elena Garro, Gabriela Mistral y Fátima de Madrid.
A pesar de traer al presente a científicas, pintoras, escritoras, activistas y cocineras, algo ha quedado claro para el colectivo de mujeres y un hombre, “todavía hay muchas historias por descubrir”, pero mientras continúa la investigación, el llamado es a acercarse al libro y conocer mediante biografías e ilustraciones a quienes desde distintos ámbitos han dejado huella.
Dos de los ejemplos son los de Fátima de Madrid, considerada una astrónoma andalusí de finales del siglo X y principios del XI cuya existencia no está atestiguada por las fuentes históricas, y Prudencia Ayala, primera mujer en Latinoamérica en postularse y ganar la presidencia de un país, El Salvador. Con su postulación y sus protestas, ella buscaba mejores condiciones de vida para las mujeres de su país y de Centroamérica.
De ellas, las autoras de los textos hablan más como seres humanos, no tanto como las heroínas que son, mientras Atenea las retrata en medio de escenarios con simbolismos específicos y un sello particular, la compañía de un animal.
Mis Pies Tienen Raíz… fue creado durante la crisis sanitaria de Covid-19, en confinamiento. Al respecto, Atenea Castillo comparte que el proceso fue extraño porque no tuvo relación directa con las autoras de los escritos, pero eso no supuso obstáculos.
“Desde que me platicaron el proyecto me generó mucho entusiasmo ilustrar escenas de las distintas mujeres del mundo hispano. Era cumplir un encargo pero también la oportunidad de conocer a quienes han dado aportes valiosos a la Humanidad y hacerles un homenaje digno”, dice en entrevista.Y es que el libro fue ideado por personas de distintas disciplinas dedicadas a crear y difundir ciencia, arte y literatura sin fronteras.
Atenea Castillo, además de este trabajo, está dedicada a hacer una producción personal. A inicios de este año sus obras pictóricas fueron exhibidas en el Museo de Antropología de Xalapa.
Hoy es identificada por pintura con influencia del arte sacro, mitológico, pintura moderna o real, sea de personajes ficticios o de la ciudad misma. Además, forma parte del colectivo El Telón, el cual acumula 12 años de compartir el arte a público infantil y juvenil en la capital del estado veracruzano.
Ganadora de la Tercera Bienal de Artes Visuales de Veracruz con su pieza titulada “Historieta de terror que no espanta”, paralelo a la ilustración se interesa por explorar el “cómic” y la historieta.
En los últimos meses, la artista se ha dedicado a hacer ejercicios de cómic y toma al paisaje urbano como un protagonista en la narración. Comparte que con esta práctica ha descubierto que aún le falta ejercitar su observación del espacio público.
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En eso está ahora, en su labor docente, en cumplir encargos y en ahondar en un trabajo donde se relacionen la narración mítica religiosa, la historia personal y la local de su querida Xalapa, la ciudad donde vive y donde también está la familia que la acoge.
Además de los lazos filiales, para la artista es importante la colaboración que sostiene con sus compañeros de El Telón, Sala de Artes, espacio desde donde se nutre y fortalece su proceso personal.
Entre lo más cercano anuncia una exposición sobre paisaje urbano de algunos integrantes del taller de dibujo y pintura.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa