Orizaba, Ver.- Con la realización de talleres gratuitos y abiertos al público se lleva a cabo el Décimo Festival Internacional de Folklore Orizaba 2023, en el que participan ballets de Colombia y Costa Rica como invitados especiales.
Erasto Gómez Santarosa, director del Ballet Folklórico de Orizaba y anfitrión de este encuentro, dijo que uno de los compromisos que hacen los participantes es que los cursos sean abiertos al público, “para que nos acerquemos más a la cultura de cada país”.
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El formato ayuda a que el publico conozca otras culturas
Señaló que este formato, que se lleva a cabo en todos los festivales internacionales, se estableció para que el público no sólo vaya y aplauda al artista en el escenario, sino que haya un acercamiento más y se identifiquen con otras culturas.
En el Paseo Colón el bailarín Eric Daniel González Flores, maestro de los grupos inicial e intermedio del Ballet Folklórico de Orizaba enseñó a la población que se congregó y a integrantes del Ballet Folklórico de Costa Rica las características del baile jarocho.
Mencionó que los bailarines extranjeros también participan de estos talleres, pues, aunque algunos –como los argentinos- saben zapatear, se les complica el zapateado jarocho.
“Eso lo traemos nosotros en la sangre, los mexicanos que somos muy entrones para todo esto. Cuando vamos al extranjero y ven que somos mexicanos piensan que sabemos bailar y que todos zapateamos”, señaló Gómez Santarosa.
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¿Qué se le dificulta a los bailarines mexicanos?
Lo que a los bailarines mexicanos se les dificulta un poco de las culturas de Centroamérica es el movimiento de cadera, pues el de ellos es muy peculiar. “Nosotros, si nos movemos, pero no llevamos la misma cadencia que ellos, aunque se supone que tenemos las tres influencias: la europea, la indígena y la de los negros esclavos”, abundó.
Comentó que los bailables nacionales tienen el movimiento de cadera, herencia de los negros; la espalda recta, de los europeos y el flexionar las rodillas y agachar un poco la cabeza, de los indígenas; “así es nuestro folklor, por eso se caracteriza”.
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La pandemia redujo la participación de otros países
Las expectativas de festival internacional que transcurre son grandes y confía en que poco a poco se reactive más la participación, lo que ha sido complicado tras la pandemia.
Recordó que hasta antes de la contingencia mundial se registraba la participación de ocho países, este año fueron únicamente dos. “Queremos que para los próximos festivales vaya aumentando.
“Sería increíble para Orizaba que participaran 10 países. La ciudad tiene la capacidad e infraestructura, además, el público es muy especial, conoce. Cuando triunfas en Orizaba triunfas en casi todos lados, porque el público orizabeño es muy exigente y conocedor. Traer a ballets de otros países y ver que triunfan aquí, que el público se pone de pie para aplaudirlos decimos: ¡Gracias a Dios el festival está funcionando muy bien!”, apuntó.
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El maestro Erasto Gómez Santarosa concluyó al subrayar que Orizaba esperaba este festival, que confió se fortalecerá aún más. “Si ya no estoy yo, quien esté que lo traiga a Orizaba. Ese fue el compromiso que nosotros hicimos cuando salimos en la primera gira; que a Orizaba teníamos que traer un festival y, hacer en la ciudad lo que compartimos en otros lados… y lo estamos cumpliendo”.
