Ixhuatlancillo, Ver. - Con un hilo, una aguja y retazos de tela que le daba su vecina, quien se dedicaba a la costura, empezó a confeccionar vestidos ixhuatecos para sus muñecas pensando que ella algún día podría usarlos y portarlos.
Desde los 6 años, Lidiana Nicolás Oruña se recuerda con la pasión por diseñar y confeccionar ropa, por lo que ese gusto la llevó a visitar a su vecina y poco a poco aprender, "yo usaba vestidos ixhuatecos, por eso me inspire en hacerlos, pues me gustaba usarlos, pero por falta de dinero mi mamá no podía comprarme uno por ello me imaginaba que esos vestidos eran míos".
En la etapa de secundaria, durante una materia le pidieron hacer un proyecto de vida sobre su futuro y desde ese momento su respuesta siempre fue ser diseñadora de modas, realizando vestidos de su municipio, para novias, quinceañeras y de presentación.
Lamentablemente, un momento económico frágil, Lidiana dejó la secundaria y en compañía de sus hermanos empezó a vender artesanías, flores y plantas, sin embargo, al ver la complejidad de esto y lo pesado que se volvía, habló con su mamá para pedirle regresar a la escuela y se me concedió.
"Cuando trabajaba llegaba a los aparadores de las boutiques para ver cómo eran los vestidos y ver que cada determinado tiempo los cambiaban y eso me encantaba, pero no podía hacerlo, pues no había dinero", explica.
Al retomar sus estudios, su sueño seguía siendo el mismo, diseño de modas y pese a las circunstancias de la vida donde ella se juntó a los 17 años, luego de que viviera un tiempo en casa de sus abuelitos, su mente y parte de su corazón seguían con la moda, la confección de vestidos y lograr su sueño.
"Sinceramente, aún no quería juntar, yo al finalizar la secundaria quería entrar a estudiar diseño, yo trabajaba y junté dinero para ello, además de que quería trabajar y a la par estudiar", comenta.
Apoyada por su ahora esposo, él le brindaba las facilidades para comprar tela y tiempo después una máquina de coser, esto cuando su suegra vio la facilidad de Lidiana para la costura.
"Mi suegra era costurera y yo estaba emocionada, me aburría por qué terminaba mi quehacer y no tenía que hacer, por lo que mi suegra me prestó una de sus máquinas y empecé a hacer vestidos para las niñas de mi familia y venderlos para tener mi propio dinero, me enfocaba en los vestidos de Ixhuatlancillo", recuerda.
Poco a poco se dio a conocer en su municipio y le daban trabajo de confección de vestidos ixhuatecos; por tres años laboro por la mano de obra y por recomendación de sus clientas cambio su método para hacer ella misma los vestidos y comprar las telas, pero esa inversión en tela fue uno de sus miedos.
"Le dije a mi esposo que me había endeudado con telas y él no me regaño y me apoyo, me dio dinero para pagar mis deudas y otro poco más para adquirir otro tipo de diseños de telas y poco a poco fui haciendo mi pequeño taller en casa", dijo Lidiana.
Fue en ese momento que reactivo sus redes sociales donde subía publicaciones de su ropa, las telas, lo que la llevó a recibir buenos elogios y felicitaciones por su labor, lo que llevó a Lidiana a seguir su trabajo.
Una etapa de su vida se vio mermada cuando por temas de salud ajenos al Covid-19 la alejaron de la costura por un año, pero luego de su recuperación dedico tiempo a su labor como diseñadora, a su pareja y a su hija.
Retomo sus fuerzas y se levantó para seguir adelante, tomó fuerza de su alrededor, sus diseños, su hija y sus sueños de seguir adelante, siendo esa etapa en su vida cumbre, puesto que conoció a una persona quien le daría el contacto de un diseñador de Orizaba quien año con año realiza una pasarela de diseños confeccionados por los nuevos talentos de la moda.
¿Cuándo se podrán ver los diseños de Lidiana en una pasarela?
Fue gracias al trabajo de su esposo que conoció a José Manuel, un joven dedicado a la fotografía y vídeos quien a Lidiana le ha realizado sesiones de fotos y en una plática entre amigos, luego de una convivencia salió el nombre de Miguel Galo.
Ella se emocionó y le pidió al joven pudiera contactarlo con él para hablarle de su trabajo, "en los festejos de Santa Cecilia, patrona de los músicos, tuve la oportunidad de hablar con el joven y le platiqué de lo que hacía, pues desde hace 2 años empecé a realizar los vestidos de Ixhuatlancillo, pero un robo en mi casa vino a tirarme emocionalmente".
Telas nuevas y un desastre fue lo que encontró Lidiana en su casa, ella se alistaba con mercancía porque diciembre en su municipio es un mes de festejos varios, donde las niñas y jóvenes buscan lucir sus mejores vestidos, unos de ellos confeccionados por Lidiana.
"Se llevaron cosas que no costaban 100 pesos, se llevaron telas varias, me deprimí, llore porque las seguía pagando y hasta la fecha sigo sin saber quien es, pero solo dios sabe por qué me ocurrió eso a mí, mi familia, mi esposo y mi hija fueron mi fortaleza y seguir trabajando, mi gente me espera con sus vestidos", comenta.
Agradecida con aquel joven amigo de su esposo, pudo tomar fotos de sus diseños, donde ella llevó a sus propios modelos, para que días después el diseñador de Orizaba se contactó con ella.
Para la joven de 24 años fue una satisfacción enorme el que hayan volteado a ver sus diseños y aunque se encuentra aun confeccionando los diseños, está 100 por ciento segura que Ixhuatlancillo resaltara en su momento de pasarela.
"Me puse bien contenta cuando el diseñador me dijo que estaba dentro, le comenté a mi esposo y me apoyo aún más".
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Lidiana llevará una colección de 6 prendas y aunque aún no sabe cuál es el nombre de la misma, se califica como una diseñadora empírica, siendo que su sueño continúa, ya que desde niña ha deseado hacer un vestido para una quinceañera y este 2023 puede ser su oportunidad de brillar con luz propia, demostrar su talento y dejar en claro a las niñas de la región que los sueños se pueden hacer realidad, sin dejar de lado a la familia.