Acultzingo, Ver.- En comunidades de las Altas Montañas se escuchó el rugir de los motores de la Carrera Panamericana. Las familias salieron de sus hogares para saludar a los pilotos de 54 autos clásicos que pasaron por la carretera federal Acultzingo- Tehuacán.
Como en otros años, los municipios de la región se convirtieron en la ruta de una singular competencia de conductores profesionales de vehículos de antaño que buscan llevarse la copa.
De los 54 pilotos 20 competidores son de diferentes países que cada año se inscriben en la carrera que cruza varios estados de la República.
Con aplausos y vivas la gente recibió a los tripulantes de bellos autos, que con destreza ascendieron las Cumbres de Acultzingo, en la etapa de alta velocidad con destino a la Ciudad de México.
Mientras esperaban, los vecinos compraban comida y bebidas, lo que significó una derrama económica de personas de otros municipios de la zona que viajaron hasta Acultzingo a esperar la caravana.
La competencia que inició en Oaxaca hoy cruzó la entidad veracruzana. El público al escuchar el rugir de los motores de inmediato salía de su hogar para tomar fotografías o videos del paso de los autos clásicos por las Altas Montañas.
Actividad impulsó el turismo
Mientras pasaban los integrantes del convoy de automóviles, la población disfrutó de los antojitos que ofrecían los comerciantes de Acultzingo, la rica barbacoa, carnitas, texmole de corvas, picaditas, tacos de flor de calabaza, y el tradicional pulque.
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El paso de esta carrera por este municipio, dijo Guillermo Cid Romero, director de Turismo, atrajo la presencia de entre 2 mil 500 y 3 mil visitantes, lo que generó una importante derrama económica entre pobladores de ese lugar.
Los motores de los autos clásicos despertaban alegría entre los habitantes desde la comunidad de Tecamalucan hasta la cabecera de Acultzingo, que saludaban a los pilotos de la edición 37 de La Carrera Panamericana.
Familias completas salían de sus viviendas para observar en la carretera federal el colorido de los autos, escuchar el rugir de los motores y los impresionantes modelos clásicos que surcaron la localidad.
Ya en la zona de ascenso a la montaña, las potentes máquinas modificadas se escucharon cuando los pilotos aceleraban para lograr llegar en los primeros lugares de la ruta con destino a la Ciudad de México, para después dirigirse a Querétaro, Michoacán, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí, donde culminará la carrera, el 17 de octubre.
Para resguardar la seguridad de la población y de los mismos competidores, se cerró el acceso en la carretera federal, desde la gasolinera de Acultzingo hasta Puerto del Aire, desde las 9:00 y hasta las 10:30.
El paso de los competidores de la Carrera Panamericana fue resguardado por la Guardia Nacional y, vigilado en el tramo municipal por elementos de Protección Civil, así como cuerpos de emergencia.