México es un país de abejas y no solo existe la europea, destacó el doctor en Ecología Carlos Andrés Cultid Medina, integrante de la Red de Diversidad Biológica del Occidente Mexicano del Instituto de Ecología (Inecol), de ahí que en el laboratorio de Biodiversidad en Paisajes Neotropicales que inició en 2017 en el Centro Regional del Bajío se concentren en tres tipos de procesos biológicos: polinización, dispersión de semilla y el reciclaje de nutrientes a nivel del suelo.
En polinización el enfoque es hacia las abejas silvestres, pues la mayoría de las personas solo conocen a la apis mellifera, por lo que el objetivo es hacer más visibles a las especies silvestres nativas, dijo.
Entrevistado el investigador de origen colombiano, quien se ha desarrollado profesionalmente en México, dijo que la gente no reconoce a otro tipo de abeja o tiene una idea muy vaga sobre la gran variedad que existe en México y que lo colocan en el segundo o tercer país más rico del mundo, de acuerdo con el país que se le compare. En ese tenor, la labor del laboratorio es resaltar que existen otras abejas y entender cuál es su papel en ciertos ambientes agrícolas con énfasis en zonas aguacateras del centro del país.
“Las abejas son importantes porque son parte del capital natural mexicano, no tienen porqué tener una función específica que nos dé un beneficio explícito económico para que sean importantes. Necesitamos entender cuánto aportan a rubros económicos específicos, cuánto están contribuyendo las abejas silvestres nativas a la polinización en zonas agrícolas”, puntualizó.
Si bien la pandemia paró la investigación y la agenda se retrasó año y medio, en este momento les interesa ofrecer un catálogo de las abejas silvestres que están asociadas a las zonas aguacateras principalmente de Michoacán, pero la idea es abarcar el centro de México, así como estudiar el estado de las abejas en estos paisajes agrícolas productivos.
A pesar de que México es un país que tiene una investigación muy larga todavía falta información sobre muchos grupos muy importantes, entre los que están las abejas silvestres. Se requiere entender aún más sobre éstas no sólo para darle su lugar sino entender su papel en la producción agrícola.
“Aún hace falta tener datos duros, como en Estados Unidos, donde pueden decir cuántos millones de dólares al año representan las abejas silvestres contra la apis mellifera. Apenas estamos caminando hacia esas estadísticas. Lo que sí sabemos es que son muy importantes”, reiteró.
Luego de la visita que han realizado a unas huertas de aguacate, no más de diez, en Uruapan, Michoacán, los investigadores están inventariando las herbáceas o malezas como les llaman los productores, que más bien son “buenezas” nativas o no nativas y registrando las abejas silvestres que visitan esas herbáceas, donde han registrado 24 géneros de abejas silvestres nativas, lo cual fue una sorpresa porque la percepción de la gente es que no hay otras abejas en estas huertas, sólo la apis mellifera, y cuando mostraron el catálogo al productor se sorprendieron.
Ahí registraron 24 géneros, pero se piensa que podrían encontrar muchas más en otras huertas con otras condiciones, porque hay una importante presencia de abejas silvestres nativas asociadas a las huertas. Es importante saber que ellas están ahí porque encuentran los recursos en alrededor de 60 especies de herbáceas nativas o no nativas de México que crecen en las huertas, que si bien son un problema por la velocidad con que se han extendido en México y han puesto en riesgo la disponibilidad del recurso hídrico.
"Esos son problemas que se pueden abordar de una manera más conciliadora, pues se pueden encontrar formas de producción que concilien la necesidad de usar con la de conservar porque a muchos aguacateros les gusta mantener en sus huertas zonas de herbáceas, las que ofrecen recursos florales para potenciar el trabajo de las abejas”, indicó el especialista.
Ventana a la conservación en zona de aguacates
Esta es una ventana chiquita de conciliación, concedió, entre lo que implica la zona aguacatera para México porque los márgenes de ganancia del aguacate a veces ni se pueden medir, son millones de dólares al año, sin embargo poco a poco los productores han empezado a reconocer la variedad de abejas que tienen en sus huertas, lo que representa una ventana de conciliación.
“Ahí hemos encontrado una alta riqueza de géneros, entre 30 y 40, ya que especies pueden ser tan solo dos. Nos sorprendió mucho la gran cantidad de abejas silvestres, lo que representa valores cercanos a zonas con menos intervención, también tenemos un buen set de herbáceas, de ahí que las huertas se podrían proponer como potenciales sistemas complejos que ofrecen una oportunidad de manejo sin par para ver cómo se concilia la necesidad de producir mucho y no afectar recursos hídrico y biológico”, explicó el biólogo.
Otro de los logros del laboratorio, gracias al evento de divulgación científica anual “Celebrando a nuestros polinizadores”, es que han logrado reunir a aguacateros con apicultores para discutir sobre el uso de los agroquímicos, del agua, cuidado de las colmenas de apis y de las abejas que no son domesticadas.
De lo que se trata es de conciliar entre la necesidad de producir alimentos y las ganancias económicas, así como garantizar que el recurso que permite la producción esté disponible a 20, 30 y 50 años porque la verdad es que si la zona aguacatera mexicana es tan rica es por todo el reservorio de nutrientes y su biodiversidad. El recurso natural permite tener ese margen de producción y es necesario garantizar que esos recursos se mantengan y seguir comiendo aguacate a largo plazo, indicó.
El trabajo del laboratorio pretende aportar a la conservación ecológica de la zona y se está logrando si bien a pasos pequeños, porque los aguacateros se interesan en conocer la gran diversidad de especies que hay en sus huertas, “son pasos pequeños pero dejan ver una ventana de oportunidad”, insistió.
Producción responsable
“La buena noticia es que si fuéramos una área perdida no encontraríamos toda esa gran cantidad de especies, no solo de un grupo sino de muchos, lo cual es positivo y quiere decir que esta zona no ha cruzado un punto sin retorno, eso me gusta resaltarlo y si no hemos cruzado esa línea estamos a tiempo de tomar mejores decisiones, porque en otras partes del mundo como Colombia y Chile se siembra aguacate en condiciones muy precarias, porque el aguacate no es nativo, ese no es caso de la zona mexicana, pero eso tampoco exime de la responsabilidad de tomar mejores decisiones".
Entonces "no estamos tan mal todavía, por lo que se debe tomar decisiones adecuadas y promover una producción responsable", dijo.
"Nosotros generamos la información y esperamos que ésta llegue a los gerentes agrícolas, a quienes dirigen nuestra alimentación y puedan tener herramientas para tomar buenas decisiones”, destacó.´
Moscas, una grata sorpresa
Las moscas han dado una sorpresa muy bonita, dijo, ya que juegan un papel importante en muchos aspectos de la vida y han comprobado que podrían no solo ayudar a la polinización de las herbáceas sino de los cultivos, pues además de que llevan el polen a la planta, son parasitoides.
“Hay especies que polinizan y sus larvas ayudan a controlar otros insectos que pueden estar causando problemas agrícolas y mostrar eso a los productores es lo que nos corresponde para el beneficio de todos, pues muchos piensan que éstas son una plaga y quieren alejarlas, concluyó.