Primates mexicanos, agricultores naturales de la selva

Los monos mexicanos son grandes dispersores de semillas, son considerados como grandes agricultores

Cynthia Sánchez | Diario de Xalapa

  · sábado 15 de mayo de 2021

Foto: Cortesía | Juan Carlos Serio Silva

Desde hace 32 años, Juan Carlos Serio Silva, investigador del Inecol, camina por la selva con la mirada puesta a las altas copas de los árboles. ¿La razón?, observar a los primates en vida libre.

“Gracias a ellos podemos interpretar muchas de las bases del comportamiento humano, de lo que quizá fuimos en el pasado y de lo que pudiera suceder en el futuro si las cosas no las controlamos correctamente”, indica el primatólogo.

Juan Carlos Serio Silva / Foto: Cortesía | Entrevistado

Lamenta que por la devastación de las áreas verdes es cada vez más difícil la observación de grupos de monos, pues prefieren buscar zonas que no los expongan a sus depredadores, principalmente, los humanos.

“Es importante hacer consciencia que nosotros somos quienes ocupamos el espacio donde ellos vivían, no es que los seres humanos hayan vivido la invasión de los monos, si no que nosotros hemos ido devastando y modificando su medio”, agrega Serio Silva.

El investigador agrega que hace falta generar identidad con los elementos del bosque, de la selva y generar así “una empatía que nos lleve a vivir bajo el precepto yo te cuido, tú me cuidas. Nos toca ser más responsables bajo las condiciones tan dramáticas ambientales que tenemos en este momento”.

Cuántos son

Existen cerca de 350 especies en el mundo. En México hay tres, las cuales están en peligro de extinción: mono aullador negro, mono aullador de manto y el mono araña. En Veracruz sólo habitan los últimos dos.

Foto: Cortesía | Juan Carlos Serio Silva

Servicio ambiental

Los monos mexicanos son grandes dispersores de semillas, es decir, una vez que comen un fruto, esa semilla permanece varias horas dentro del estómago del animal, dotándolo de mejores propiedades para que germine más rápido y mejor cuando lo defeca.

Por la movilidad de los primates, esas semillas llegan a mayor distancia del árbol original, llevando así mayor diversidad de frutos a otras zonas de la selva. Por ello son considerados como grandes agricultores.

¿Por qué están en extinción?

Son tres los principales problemas a los que se enfrentan los monos:

  1. Destrucción y fragmentación de su hábitat. Las actividades humanas han ido devastando y perturbando las áreas naturales donde viven, lo que los orilla a hacinarse en porciones verdes cada vez más reducidas. Se ven expuestos a depredadores e incluso mueren al ser atropellados en carreteras.
  2. Tráfico ilegal. Existe una demanda constante de monos para ser utilizados como mascotas, por lo que cazadores irrumpen la selva en busca de crías; al hacerlo matan a la madre e incluso a varios integrantes del grupo.
  3. Consumo de su carne. En algunas zonas, sobre todo en el norte de Chiapas, suele consumirse su carne. Esto práctica también va mermando las poblaciones de monos, porque sus ciclos reproductivos son más largos, es decir, no nacen a la velocidad que se requiere para subsanar las pérdidas.


Foto: Cortesía | Juan Carlos Serio Silva


Qué hacer a su favor

  1. Desde el gobierno ampliar las Áreas Naturales Protegidas donde estos animales puedan mantenerse bajo resguardo real en la poca selva que aún queda en Veracruz.
  2. Frenar la caza ilegal al dejar de pedirlos como mascotas. Los monos en cautiverio pierden habilidades sociales, suelen desarrollar conductas agresivas y terminan siendo abandonados de adultos.
  3. Urge que haya una aplicación efectiva de la ley contra quienes ejercen el tráfico ilegal de especies y una vigilancia real contra la actividad.
  4. Estrategias de educación para la conservación. Investigadores deben tender puentes con las poblaciones que viven cerca de monos para transmitir la importancia de su conservación.

Foto: Cortesía | Juan Carlos Serio Silva

Aprender de nuestros primos…

Hay muchas cosas que podemos aprender de los monos, tres de ellas:

  • Resolución de conflictos. Pocas veces sus diferencias llegan a la agresión física, ya que para ellos significa una pérdida de energía y elementos del grupo.
  • Saben comer. Tienen la habilidad de seleccionar los alimentos dependiendo de los nutrientes que cada miembro del grupo requiera, de tal forma que, por ejemplo, no hay monos obesos.
  • Son extremadamente sociales. Son una familia muy cohesiva, donde el grupo siempre está dentro de un margen visual que permite ayudarse si hay peligro.

Foto: Cortesía | Juan Carlos Serio Silva