Recordar es volver a vivir y ahora que Orizaba está de manteles largos celebrando casi una década con el nombramiento de Pueblo Mágico han surgido historias de cómo era antiguamente la llamada “ciudad de los puentes”.
Paseo Madero, callejones, calles llenas de historia y parques han sido mencionados entre los pobladores que afirman que la ciudad de Orizaba es de las mejores para vivir, incluso ha sido reconocida internacionalmente como uno de los municipios más limpios del país.
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Hablando de su historia y más específicamente de sus parques, don Benjamín Maciel Gómez (1926-2016) quien desde los cuatro años vivió en Orizaba dejó un legado de memorias escritas de la ciudad; recuerdos sobre la que antiguamente se conocía como la Plaza de Armas toman fuerza para las nuevas generaciones que buscan en documentos y libros más datos sobre el pasado de la excapital de Veracruz.
Entre 1702 y 1720 existió una gran explanada que era el lugar de las reuniones cívicas del pueblo orizabeño: La Plaza de Armas. Para 1883 el entonces gobernador del estado de Veracruz, don Apolinar Castillo ordenó embellecer el Jardín de los Naranjos (antes Plaza de Armas) el cual a partir de ese año empezó a ser nombrado Parque Castillo por lo que cumplió 141 años llevando el nombre de un oaxaqueño con el corazón puesto en Orizaba.
¿Por qué eran famosas las refresquerías del parque Apolinar castillo?
Los 3 mil 840 metros cuadrados de este espacio se han destinado desde entonces a estatuas, bancas, jardines y un quiosco que se levantó en 1902.
Ya en el siglo XX, a partir de los años 40, existieron las neverías del parque Castillo que, de acuerdo con el investigador, era el “lugarcito de amor” de parejas jóvenes quienes pasaban lentas sus horas con sus manos entrelazadas y tomando una nieve o refresco.
De ahí la popularidad de estas dichosas refresquerías; algunos de los nombres de estos establecimientos eran "El Popo", “El Capri" y "Los Alpes", además sonaban música de trova y baladas románticas de agrupaciones como Los Ángeles Negros y solistas como Julio Iglesias y Sandro.
Orizaba llegó a tener dichas “fuentes de sodas” al estilo de los restaurantes norteamericanos de los años 50’s, casi como los que seguramente viste en la película de Grease de 1978 con John Travolta y Olivia Newton-John.
Se dice que las refresquerías del parque ubicado en el corazón de Orizaba a altura de la calle Colón Oriente y de cara a la Catedral del Pueblo Mágico fueron hechas por el ingeniero Luis Arellano Ríos.
¿Algún día visitaste una de estas refresquerías?