Orizaba, Ver.- La alameda Francisco Gabilondo Soler es un espacio al aire libre que disfrutan chicos y grandes. Este lugar recibe durante la semana a un buen número de visitantes entre semana, principalmente deportistas, pero los fines de semana llegan familias completas a disfrutar tanto de las áreas de juego como de sus jardines.
Cuando Francisco Gabilondo Soler cumplió 50 años como compositor, se le festejó en la alameda, que no es central porque está al pie del cerro del Borrego, y tampoco tiene muchos álamos, por lo que más bien es el parque Cri-crí, afirmó el cronista de la ciudad José Luis Renneaum Alcocer.
Recordó que, en 1984, bajo la presidencia municipal de Manuel Megías Huerta (1982-1985), Orizaba celebró medio siglo del nacimiento del inmortal Cri-crí “el Grillito cantor” y, como justo homenaje a su genial creador se erigió una estatua del cantor de los niños, rodeado de ellos. Añadió que, por acuerdo del Cabildo se impuso el nombre de parque Cri-cri al paseo hermoso del hoy Orizaba Pueblo Mágico.
“Al aniversario llegaron locutores de la XEW, que el 18 de septiembre de 1930 salió al aire con su primera emisión de la estación W Radio, la estación con mayor trayectoria y cobertura en México”, abundó.
Indicó que desde el parque Cri-crí, Roberto Figueroa, a través de la señal de la XEW trasmitió la ceremonia del aniversario de 50 años como compositor del genio musical “el Grillito Cantor”.
El espacio es de estilo renacentista y tiene una superficie de 4.3 kilómetros que se pueden recorrer en 60 mil pasos. A ella llegan decenas de deportistas que la recorren más de una vez, a trote o caminando; mientras que los fines de semana se llena de familias que llevan a sus hijos pequeños a disfrutar de las áreas de juego.
Se ubica cerca del Palacio de Orizaba y queda en la trayectoria del teleférico, por lo que se puede ver mientras se asciende al Cerro del Borrego en el funicular.
¿Cuál es la historia de la construcción del parque Cri-Crí?
El historiador Benjamín Maciel Gómez narra en un escrito, que el 27 de abril de 1854, ante la presencia del Prefecto en turno, general Esteban Barbero, de autoridades municipales y de un grupo selecto de la sociedad, se inició la construcción del jardín, siguiendo los planos trazados por el ingeniero Joaquín Columbres.
El 3 de mayo de 1855 se construyó la primera fuente y fue bendecida la obra solemnemente, entre discursos alusivos al magno acontecimiento.
Algunas monedas y otros documentos históricos se depositaron en una caja de plomo que, empotrada en un bloque de hormigón sirvió como cimiento a una de las columnas de la puerta norte, que mira a las antiguas calles de La Beneficencia (Poniente 2) y Matamoros (Sur 10).
Inaugurada su primera fuente, se procedió a sembrar numerosos fresnos y álamos y a continuar con la construcción de la Alameda; pero con el Plan de Ayutla vinieron a Orizaba nuevas autoridades que descuidaron completamente el jardín y, poco después, con la Intervención Francesa quedó casi destrozado, pues la tropa invasora lo utilizó como corral para sus caballos y mulas, derribando árboles para hacer fogatas.
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En 1862, el mariscal Elías Federico Forey, en la Orizaba invadida, nombró nuevas autoridades y puso como jefe político a don Alfonso Manuel Peón, ciudadano responsable y patriota que se preocupó por la población y tuvo especial interés en reconstruir la alameda, a la que ordenó reforestar, darle constante mantenimiento y construir otra fuente grande y cuatro más pequeñas.
El 2 de abril de 1895 fue colocada en el centro de la Alameda la estatua del patricio Ignacio de la Llave y Segura. Esta estatua, que antes se encontraba en la Plaza de Armas (lugar que hoy ocupa el Palacio de Hierro), fue construida con mármoles de Carrara.