Orizaba, Ver.- El sueño que de pequeño tuvo José Ángel Saucedo Reyes se hizo realidad hace siete años, cuando en la universidad, como parte de su formación eligió a los Bomberos de Orizaba para hacer labor social.
Al pasar de los años, dice que a pesar de que la labor que realizan no tiene el reconocimiento de la población y mucho menos de las autoridades, él y sus compañeros se mantienen firmes en ese cuerpo de auxilio.
En entrevista, en la Central 119 donde es jefe de turno, recuerda que en las caricaturas que veía de niño salía un carro de bomberos o una ambulancia, lo que le llamaba la atención; de adolescente cuando salía con la familia y veía un camión pasar para atender alguna emergencia, esa fue la razón de su ingreso.
La oportunidad se concretó cuando en la universidad le pidieron elegir un área donde hacer labor social, fue entonces que recordó su sueño infantil y decidió entrar a los Bomberos para hacer su servicio social y se integró completamente. Ahí, dice, no solo se sirve a la comunidad, se hace una hermandad con sus compañeros.
"Ser bombero no es fácil"
José Ángel Saucedo reconoce que no es fácil ser un tragafuego, como también se les nombra, pues afrontan situaciones difíciles, tristes, al responder a los llamados de auxilio; aparte de exponer su propia seguridad y vida para ayudar a quienes requieren su apoyo.
Es difícil también porque no perciben un sueldo y tienen familia por la que ver, como es su caso, o son estudiantes, que igual que los demás tienen necesidades qué cubrir.
Independientemente de que el patronato de ese cuerpo de emergencias los apoya con uniformes, siempre quieren lo mejor para desarrollar mejor su labor, por lo que ahorran lo más que pueden para comprar lo que necesitan en equipo y accesorios, para su propia protección.
Algunos, dice, son estudiantes y otros ya son profesionistas; él es ingeniero eléctrico; y comenta que dividen su tiempo entre su trabajo, la familia y los bomberos
Incendio de IP, uno de los más difíciles de controlar
Señala que en los siete años como bombero le ha tocado atender junto a sus compañeros emergencias de todo tipo. La más reciente, que le impactó, fue el incendio que acabó con la Planta de International Paper, en el corredor industrial de Ixtaczoquitlán.
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Ahí, recuerda, trabajaron 36 horas continuas todos los elementos, lo que generó desgaste económico para el patronato que tuvo que dar mantenimiento a las unidades que llegaron a atender la emergencia.
Hubo también desgaste de combustible y también de los elementos, que desvelados, sin la hidratación y alimentación necesarias trabajaron. "No somos robots", dijo y apuntó que trabajar así, sí repercute en ellos.
La población no los valora
Lamenta la falta de consciencia que hay entre la población sobre la labor que hacen los bomberos y lejos de reconocer y agradecer, los critica y exige rapidez en un servicio por el que no reciben ningún tipo de remuneración económica y mucho menos un "gracias".
Para responder una llamada de auxilio tienen que tomar en cuenta muchas cosas, desde que las unidades tengan diésel, que ellos tienen que ver cómo pagar, hasta si la ruta a seguir tiene baches o topes, que no pueden pasar rápido porque pueden provocar un accidente ya que las unidades que manejan son pesadas.
Si la ruta tiene mucho tráfico vehicular se topan también con el desconocimiento, en materia vial, de conductores que no ceden el paso a las unidades de emergencia, lo que hace que el tiempo de respuesta no sea el que las personas que tienen la emergencia esperan, porque desconocen todo lo que atenderla implica.
Todo eso se evitaría, dice, si cada municipio tuviera su propio cuerpo de bomberos, como lo marca la ley, para atender los llamados de auxilio de su propia ciudad.
El espíritu de servicio de José Ángel y del resto de sus compañeros bomberos es tal, que a pesar de todo lo expuesto tienen el compromiso personal de seguir respondiendo las llamadas de auxilio de la población de los municipios que atienden.
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"Lo que nos conforta es que muchas veces vamos a una emergencia y los niños nos dan alegría al decirnos adiós y al gritarnos. Muchas veces no sabemos a lo que nos vamos a enfrentar, si son incendios grandes o pequeños, vamos estresados y, pasar cerca de un niño y que nos diga adiós o nos salude, nos ayuda a liberar la tensión".
Este jueves 22 de agosto se celebra a nivel nacional el Día del Bombero y, es oportunidad para reconocer y agradecer la labor que realizan, aun a costa de su propia seguridad y vida.
Son 12 los elementos que integran la Central 119 de Bomberos Orizaba, que atienden las emergencias que se registran en la zona. Cada turno es de 24 horas y lo atienden seis elementos.
Gracias a: Isaac Córdova, Octavio León, Juan Manuel Rendón, Juan Manuel Arzaba, Aldair Pérez, José Ángel Saucedo, Alexis Jiménez, Manuel Jiménez, Luis Tiburcio, Ramíro Pérez y los voluntarios Juan José, Jaciel, Pedro Pérez y Karla Cortés, de Bomberos Orizaba y, a todos los elementos de las centrales de la zona de las Altas Montañas, por el servicio que dan a la comunidad. ¡Feliz Día del Bombero!