Orizaba, Ver.- Los juguetes tradicionales como el trompo, el yoyo, el caballo de palo, el balero y el taca-taca, que parecen tener magia, sobreviven porque funcionan como herramienta pedagógica y de enseñanza cultural para las nuevas generaciones.
El docente, Rafael Franco dijo que ese tipo de juguetes mejora el desempeño académico y previene situaciones como el acoso escolar, que limita el desarrollo integral del educando.
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¿Cómo beneficiaría la implementación de juguetes tradicionales en las escuelas?
Por esta razón, propuso que en las escuelas del Valle de Orizaba se rescaten los juegos tradicionales como estrategia pedagógica para mejorar la convivencia entre los estudiantes y, a través del juego, construyan relaciones de convivencia basadas en el compañerismo, la ayuda mutua, el respeto, el trabajo en equipo, la amistad y la empatía, estableciendo normas y reglas que se deben seguir para una mejor relación y trato al realizar el juego.
Expresó, actualmente los niños y niñas prefieren utilizar el celular y la tablet para jugar, lo cual no ayuda a fortalecer la dimensión corporal y olvidan la práctica de los juegos tradicionales que ayudan a fortalecer su aprendizaje en clases.
Además, describió, es la base esencial para el desarrollo de una clase dinámica que cambia la rutina diaria del docente y de los niños, al impartir un contenido. Es también una forma de motivación para los alumnos, al momento de recibir la clase.
“La práctica de los juegos permitirá a los estudiantes estimular sus habilidades, mejorar su enseñanza y, sobre todo, crear confianza y a socializar con sus compañeros”, abundó.
Finalmente, apuntó que los profesores buscan junto con los estudiantes el rescate de estos juegos, a fin de promoverlos de generación en generación.