En México hablar del tema de la muerte es algo que a muchas personas les da temor, mientras que otras lo ven como algo natural, y esto se debe a que nuestros ancestros tenían un arraigo al terma, es decir desde los tiempos prehispánicos el hablar de la muerte era venerarla ya que existían dioses del inframundo a los cuales se les hacían sacrificios.
Es por ello que después de la llegada de los españoles el tema de la muerte se fusiono con las creencias del viejo continente hasta nuestros días, y por cierto estamos a unos días de que llegue Noviembre un mes dedicado a la muerte.
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Y es precisamente en estas fechas cuando se tiene la tradición de recordar a nuestros seres queridos que ya fallecieron, y esto es a través de colocar altares con flores, frutas y comida favorita de nuestros muertos.
Pero hablar delo tema de la muerte es algo complejo, inclusive existe una religión que con el paso de los años ha ganado más creyentes, inclusive ya hay iglesias y centros religiosos en todo el país.
¿Quiénes fueron los privilegiados que podían ser enterrados en los primeros cementerios de Orizaba?
Pero si nos regresamos al pasado el tema de la muerte era algo que poco se hablaba, es más no existía el testamento y eso llegó a provocar que muchas herencias fueran peleadas a morir entre familiares.
Pero ya más entrados en el tema de la muerte, debes saber que en la región de Orizaba cuando alguien fallecía no siempre fue enterrado en un cementerio. Y es que el primer cementerio como tal que se conoce fueron las iglesias en México, en ellas se enterraban a los muertos, claro siempre y cuando fueran católicos y pagaran las respectivas cuotas.
Si eras de una familia acomodada y podrías pagar los costos tendrías el honor de quedar sepultado dentro de la iglesia, pero si eras del resto del pueblo, pero eso sí católico te hacían un lugar en la parte trasera de la iglesia.
Esta zona era reservada para los extranjeros y viajeros de la época después de la conquista, quienes al realizar su viaje del viejo continente a México tendrían que pasar por el famoso “Camino Real” pero si el viaje adquirían alguna enfermedad eran enterrados en la parte trasera de la iglesia con el resto de católicos.
Es por ello que en temas históricos te comentamos que antes de las Leyes de Reforma promulgadas en 1859, los entierros estaban bajo el control de la iglesia católica.
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Por ello uno de los primeros panteones que existieron en la región de Veracruz fue en Orizaba y era en el atrio de la iglesia de Santa Anita, la cual era una pequeña capilla dedicada a la Sra. Santa Ana la cual estaba ubicada en las antiguas calles de 1ª de Coria y calles de Abasolo en el antiguo barrio de Santa Ana del Varejonal.
Con el paso de los años la pequeña capilla fue reconstruida y operó de 1741 a 1857, y era en su atrio en donde se sepultaban a las personas que morían por vómito o enfermedades contagiosas de la época.
Posteriormente la catedral de Orizaba de San Miguel Arcángel, también funcionó como cementerio, pero de acuerdo a reportes históricos se sabe hoy en día que pocos eran los privilegiados en ser enterrados en campo santo, ya que muchas personas de escasos recursos que fallecieran al no tener cómo pagar los servicios funerarios tenían que ser enterrados en el campo o en los patios de las humildes viviendas.
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Pero conforme fueron pasando los años la región de Orizaba se fue poblando cada vez más, y con ello también había más muertos. Por lo cual fue necesario en el año de 1825 que las autoridades compraran un terreno el cual fue destinado a funcionar como cementerio municipal, este se ubicó en el sur de la ciudad en los barrios de las Flores y El Arenal.
Como dato curioso dicho terreno perteneció a la familia Argüelles y fue conocido como “El Matadero” porque en él se sacrificaban las reses que abastecían de carne a la población.
Pero era tal el dominio de la iglesia católica en esa época que eran los sacerdotes quienes decidían quien podía ser enterrado en el campo santo y quién no. Este cementerio fue “bendecido” en el año de 1825 y funcionó por muchos años, y actualmente en ese sitio se ubican las bodegas de la cervecera Moctezuma.
Pero debes saber que fue un 13 de julio del año 1859 cuando el gobierno tomó el control del cementerio El Arenal y fue gracias a esta medida que por primera vez en la historia de Orizaba se logró poder sepultar a personas no católicas en este sitio.
Pero el primero de agosto del año 1884 (59 años después de su fundación) el cementerio El Arenal fue clausurado, pero se sabe que 72 años después siguió funcionando clandestinamente es decir había entierros no reportados legalmente. Por ello documentos históricos estiman que en este campo santo hay más de 59 mil 937 cuerpos enterrados.
Otro dato importante que debes saber es que los últimos años del siglo XIX, el antes desolado paraje donde fue construido el panteón, se fue poblando por el desarrollo urbano propio de una región creciente económicamente.
Fue por ello que las autoridades municipales seleccionaron el lugar de los llanos de Escamela, en un espacioso solar perteneciente a la entonces abandonada capilla de santa Gertrudis. Y fue así cómo, el día primero de agosto de 1884, empezó a funcionar el nuevo panteón “Juan de la Luz Enríquez”, el cual existe hasta nuestros días y en donde hay grandes personajes enterrados y en su descanso eterno.
Con esta información te puedes dar una idea de, cómo el tema de muerte siempre ha sido importante hasta nuestros días, ya que no es lo mismo estar enterrado en un cementerio público que en uno privado, ya que hasta para morirse hay clases y costos.
Ahora te puedes imaginar cómo era morirse en el pasado, cuando provenías de una familia pobre que no podía pagar nada a la iglesia, simplemente para los católicos tu cuerpo no tenía valor y dejaban a las familias solas con su dolor y el problema de ver a donde quedarían los restos de sus familiares.
Afortunadamente esos tiempos ya y cualquier persona sin importar religión, sexo, identidad o situación económica, tiene el derecho a ser sepultado en un panteón público por sus familiares.
