Orizaba, Ver.- A once años de distancia, el Teleférico de Orizaba es el atractivo más visitado por turistas nacionales y extranjeros. Es un paseo por las nubes a lo largo de un kilómetro y a 320 metros de altura, en cabinas con piso transparente para llegar del puesto de control al eco parque del cerro del Borrego.
Lo fines de semana no tienen por qué ser aburridos, pues en el Pueblo Mágico hay mucho por conocer, si es la primera vez que lo visitan o reconocer, si es que son orizabeños o habitan en algún municipio de la región de las Altas Montañas.
El ascenso en el Teleférico dura aproximadamente ocho minutos. El paseo comienza en la Plaza Pichucalco, atrás del Palacio de Orizaba, y termina en el ecoparque del Cerro del Borrego, donde se puede visitar la Atalaya (Puente de cristal).
Si gustan de las actividades extremas está la tirolesa; además de dos museos, miradores, desde donde se puede admirar toda la ciudad, observar las cúpulas de las iglesias, el Palacio de Orizaba, el Palacio de Hierro, la Alameda; además, en la cima se cuenta con un área donde se puede almorzar y, luego, descender.
Esta es una oportunidad para las familias de poder disfrutar el viaje. Los sábados y domingos en temporada regular, el funicular funciona de 9 de la mañana a 21 horas, así que los visitantes tendrán oportunidad de observar los atardeceres panorámicos del valle de Orizaba, desde las alturas, pues el eco-parque está abierto desde las 9 de la mañana y hasta las 22 horas.
El equipo que mueve el transbordador es muy sofisticado, pues cuando las rachas de viento alcanzan los 35 kilómetros por hora, de inmediato interrumpe su funcionamiento, para evitar poner en riesgo a los viajeros.
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Por ello, si de pronto las cabinas se detienen a medio camino no te pongas nervioso, porque en cuanto disminuye el viento reanuda su recorrido sin contratiempo. Otro motivo por el que detiene su funcionamiento es para permitir que los usuarios suban a las cabinas que llegan a la estación de salida, lo que deben hacer con rapidez, pues no detiene su marcha totalmente.
La Atalaya de cristal desafía los nervios
La Atalaya de Cristal es un puente con piso de cristal, que no cualquiera se atreve a recorrer pues caminar sobre un piso transparente a más de 300 metros de altura, es una experiencia que desafía los nervios a cada paso.
Abre los fines de semana de 9:30 de la mañana a 18 horas. El acceso a la misma está incluido al comprar el boleto del teleférico; pero si se sube a la montaña caminando por el sendero del ecoparque, el costo para acceder a la Atalaya es de 50 pesos.
Los niños menores de 1 metro de estatura y adultos mayores de 70 acceden de manera gratuita, (para ellos es obligatorio que asistan acompañados de un adulto responsable.