Orizaba, Ver.- A un año de su partida, familiares y amigos recordaron con cariño al alpinista Carlos Altamirano Lima, coordinador del grupo Guardianes del Cerro del Borrego. Falleció en un accidente cuando descendía del volcán Pico de Orizaba junto con otros montañistas.
Carlos nació un 24 de mayo de 1958, en la Privada de Poniente 5 y Sur 16, cerca del cerro. Su papá, Daniel Altamirano siempre fomentó y promovió el deporte entre la juventud, muestra de ello fue que instaló el gimnasio Galaxia, donde Carlos también se preparó.
Don Dany, como le decían con afecto, amaba la montaña tanto que a lo largo del sendero principal colocó imágenes de la Virgen de Guadalupe para que cuidara a los visitantes.
Carlos heredó su amor por la montaña y, desde pequeño comenzó a ascender el Cerro del Borrego. A los 15 años logró llegar a las faldas del volcán y, más adelante logró hacer cima en el Coloso de México. Con el correr de los años se convirtió en guía experto de excursiones al Pico de Orizaba.
Montañistas recuerdan su trabajo y dedicación
Montañistas que le conocieron recordaron que amó tanto al Cerro del Borrego que creó cinco sederos, reforestó e instaló líneas de cuerdas en el camino principal, para evitar caídas de deportistas y visitantes.
En entrevistas hechas a Carlos Altamirano, expresaba que llegó a la cima del volcán en más de 100 ocasiones. Contaba con una trayectoria como guía y alpinista. Escalaba en hielo y roca.
En la temporada de frío vencía nevadas y lluvias. Acampaba afuera del albergue del volcán. Por su experiencia Carlos se hizo famoso y empresarios del valle de Orizaba lo contrataban para conquistar la cima del Pico de Orizaba, antes entrenaba con ellos en el cerro del Borrego y, cuando estaban listos, emprendían la aventura.
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Siempre decía que había que tenerle respeto al volcán, y que se necesita equipo, condición especial, entrenamiento y supervisión de expertos para subir la montaña.
“La subida es arenosa y rocosa por lo que cada paso es como caminar en arenas movedizas. La vista es hermosa. A donde lleguemos, la experiencia es algo para recordar toda la vida”, decía.
Ahí, en el Pico de Orizaba falleció el alpinista Carlos Altamirano Lima, junto con los orizabeños: José Inés Zepahua, integrante del grupo “Clásicos de la Montaña”; Humberto Kenji Muray, de ascendencia japonesa; y Juan, un joven montañista de Ciudad Serdán, Puebla.
La familia y amigos de Carlos se reunieron en la capilla de las faldas del Cerro del Borrego para recordarlo como buen padre, buen hijo y buen orizabeño, promotor del alpinismo y montañismo entre la juventud. Descanse en paz.