Orizaba, Ver.- Nuestro aparato respiratorio cumple una importante función: está formado por las vías aéreas y los pulmones. El aire circula en dirección a los pulmones y en estos órganos donde se realiza el intercambio de gases.
Pero, ¿qué pasa si estos órganos vitales se dañan? La respuesta es principalmente que seríamos víctimas de enfermedades respiratorias graves que dificultarían nuestra vida.
En Veracruz alrededor de 602 mil hogares preparan sus alimentos adaptando un fogón, pues las condiciones económicas no permiten a muchas familias contar con una estufa o parrilla, así como un tanque de gas debido a los altos precios que este maneja.
De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Veracruz se encuentra en el sexto lugar a nivel nacional en el uso de este método para la cocina autoridades de la Secretaría de Salud recomiendan no usarlo o implementarlo como una emergencia ante la falta de gas en los tanques, pues el humo que proviene de la quema de leña está hecho de una mezcla compleja de gases.
Además, el humo de leña contiene muchos contaminantes del aire nocivos tóxicos.
Enfermedades que provoca el humo de leña
Cuando en las zonas serranas se usa la leña para preparar los alimentos, las amas de casa -principalmente- pasan mucho tiempo cocinando, dentro de este periodo los gases emitidos pueden entrar en los ojos o por vías respiratorias provocando ardor en la vista, goteo nasal o enfermedades, como bronquitis. También podrían presentar síntomas de asma e incluso desencadenar infartos de miocardio, ritmo cardíaco irregular e insuficiencia cardíaca.
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La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), el cáncer de pulmón y la cardiopatía isquémica son algunas de las enfermedades que representan un peligro si ya tienen en tu familia antecedentes de estos padecimientos.
Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que “las zonas rurales son las que más concentran enfermedades pulmonares a causa del humo que se respira directamente más de tres veces al día durante todo el año”.
La solución de raíz, de acuerdo con especialistas, está en sustituir la leña por un combustible limpio que no dañe la salud de las personas y que les permita cocinar de manera segura.