Orizaba, Ver.- Estudiantes de educación básica del Valle de Orizaba que disfrutan de las vacaciones de verano puede aumentar de peso a un ritmo más rápido en comparación con el ciclo escolar, y más si ya sufren sobrepeso u obesidad.
“El incremento de kilogramos es más rápido y más variable durante las semanas de asueto de verano, que durante clases de preescolar y de primaria” dice la nutrióloga Sara Victoria González.
Revela que desde el kínder hasta la primaria, la prevalencia de la obesidad infantil se observa que aumenta durante las vacaciones de julio y agosto.
Una de las causas es la falta de rutina, la modificación de horarios, no dormir lo suficiente y el sedentarismo, todos son factores que afectan la salud de la población estudiantil, abunda.
Recordó que desde junio, julio y agosto los infantes pueden aumentar de peso a un ritmo más rápido, especialmente si ya tienen sobrepeso.
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Comenta que los alumnos tienden a cambiar su conducta alimentaria. Así, suelen aumentar el consumo de alimentos preparados y comer más azúcares de lo habitual.
¿Qué origina el aumento de peso en estudiantes?
“La modificación de los horarios también afecta tanto a la alimentación como al ejercicio e incluso el sueño de la población estudiantil. Duermen menos horas porque se acuestan más tarde y también se levantan tarde. Por lo tanto, hay menos tiempo para realizar actividad física”, subraya.
Afirma que el sueño inadecuado incita a comer a deshoras y a estar menos activos, físicamente.
“Algunos estudios revelan que los niños de 6 a 12 años necesitan de dormir por la noche de manera ininterrumpida entre 9 y 10 horas”, explica.
Sugiere a los padres de familia limitar el tiempo que sus hijos dedican delante de las pantallas, especialmente en edades tempranas, pues el exceso puede causar sedentarismo.
“Sin lugar a equivocarme, pasar demasiado tiempo frente a un celular, la televisión, o la tableta sí tiene consecuencias para la salud, la mayoría asociadas con la falta de sueño y, el aumento de peso en la niñez”.
