Xalapa, Ver.-El agotamiento y golpe de calor son trastornos ocasionados por el aumento de la temperatura del cuerpo como consecuencia de la exposición prolongada a altas temperaturas y humedad o el esfuerzo físico intenso como el ejercicio en altas temperaturas.
Ante el incremento en las temperaturas, la Secretaría de Protección Civil explica de qué se tratan estos trastornos y da algunas recomendaciones, pues en estas situaciones el cuerpo tiene dificultades para regular su temperatura.
Te puede interesar: ¿Sufres de ansiedad? Conoce cómo la puedes tratar
El golpe de calor es una forma grave de lesión por calor y la temperatura del cuerpo alcanza los 40° C o más.
¿Cuáles son los síntomas del golpe de calor?
Las autoridades de Protección Civil del estado señalan que es importante estar alerta a los síntomas. El agotamiento por calor es un estado previo al golpe de calor y hay que reconocerlo para prevenir una situación más grave.
Se distingue por sudoración excesiva, en los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina), piel pálida y fresca, sensación de calor sofocante.
Asimismo, sed intensa y sequedad en la boca, calambres musculares, agotamiento, cansancio o debilidad, dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos, dolores de cabeza e irritabilidad, llanto inconsolable en los bebés, mareos o desmayo.
Te puede interesar: ¿Una opción para comer en Cuaresma? La soya, tu mejor aliada en la cocina
En los golpes de calor - situación muy grave, es temperatura del cuerpo 39°C - 40°C o mayor (medida en la axila), piel roja caliente y seca (se agota la transpiración), respiración y frecuencia cardiaca acelerada, dolor palpitante de cabeza, alteración del estado mental y del comportamiento como: vértigos, mareos desorientación, delirios, confusión o pérdida de conocimiento y hasta convulsiones.
¿Quiénes son los más vulnerables?
Los niños y niñas menores de 5 años y más aún los menores de 1 año, la niñez con enfermedades crónicas que pueden ser: cardíacas, renales, mentales o neurológicas y otras, la niñez con fiebre por otra causa o diarrea, la niñez que presentan obesidad o desnutrición y la niñez que tienen la piel quemada por el sol.
¿Cómo prevenir un golpe de calor?
Para evitar estos cuadros es importante, de acuerdo con Protección Civil, cuidar la hidratación y la alimentación, dar el pecho a las y los lactantes con mayor frecuencia, ofrecer a la niñez abundante agua segura y jugos naturales durante todo el día, no ofrecer bebidas con cafeína o con alto contenido en azúcar (como refrescos), no ofrecer bebidas muy frías o calientes, reducir la actividad física en los horarios de mayor calor.
Además, permanecer en lugares ventilados y frescos, vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros o, mejor, desvestirlos, bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia, proponer juegos tranquilos, no exponerse al sol directo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Y nunca antes de cumplir 1 año de vida.
Asimismo, mantener a la niñez y las personas más vulnerables, en lugares bien ventilados, usar ventiladores o aire acondicionado (ya sea en casa o lugares públicos) cuando la temperatura ambiente es muy elevada y no quedarse dentro de un vehículo estacionado y cerrado.
Para las y los adolescentes, no consumir bebidas con alcohol ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido, no es conveniente tomar cerveza para aliviar la sed y el calor, evitar los esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes, sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga y recordar las recomendaciones generales sobre la hidratación, alimentación y refrescar el cuerpo.
Nota publicada en Diario de Xalapa