Los tejocotes, unos pequeños frutos también conocidos como ‘manzanitas de indias’, son una de las frutas de temporada que no pueden faltar en la dieta de los mexicanos cada otoño e invierno.
Suelen prepararse en dulce o también agregarse a bebidas tradicionales tales como el ponche.
Cabe resaltar que, a pesar de ser un alimento con un alto valor nutrimental, muchas personas se abstienen de probarlos debido a su peculiar sabor, por ello, te diremos algunos de los beneficios de esta frutita.
Los tejocotes y sus beneficios
Esta fruta es valorada desde la época prehispánica, su nombre proviene del náhuatl y significa ‘fruto duro de sabor agrio’.
Su característica principal es su pequeño tamaño y su color naranja o amarillo con manchas pequeñas de color oscuro. Se comienza a cosechar desde agosto, sin embargo, los meses de mayor demanda son noviembre y diciembre.
Tienen un sabor muy especial y poseen un gran valor nutricional, debido a que contienen altos niveles de minerales, tales como el calcio y el hierro.
Otro de sus increíbles beneficios es que contiene complejo B, además de varias vitaminas que benefician al funcionamiento del sistema nervioso.
Es un gran aliado contra enfermedades como la gripe, la tos y malestares estomacales.
Otro de los pros de consumir tejocotes son sus aportaciones de vitamina C, misma que fortalece al sistema inmunológico.
También ayuda a la coagulación sanguínea y disminuye los niveles de glucosa en la sangre, por lo tanto, es una excelente opción para quienes padecen diabetes.
Poseen antioxidantes y ayudan a combatir bacterias.
Los prehispánicos consumían tejocotes
Debido a todos los beneficios que brinda esta pequeña frutita, son apreciados desde hace siglos, pues los prehispánicos fabricaban remedios naturales para tratar enfermedades respiratorias e incluso cardiovasculares.
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Ahora ya conoces todas las aportaciones de los tejocotes, y si no lo has probado, ¿qué esperas para hacerlo?