Ante el aumento de personas interesadas en cumplir su propósito de bajar de peso, en enero nuevamente se ponen de moda la dieta cetogénica (“keto”) y los ayunos intermitentes, pero hay llamado a ser responsables con la salud.
La nutrióloga clínica Luz Elena Hernández Bustos, certificada por El Colegio de México, advierte la peligrosidad de hacer mal uso de las tecnologías y confiar en los contenidos generados y distribuidos en redes sociales.
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¿Cuáles son algunas recomendaciones antes de aplicar alguna dieta?
En seminario permanente de salud, apunta que hay evidencia científica de que la dieta cetogénica sí puede funcionar, incluso para personas con epilepsia, pero su aplicación debe ser bajo estricto control integral, con médico, nutriólogo y hasta psicólogo, quienes determinan quién puede ser candidato y quién no.
En cuanto al desayuno intermitente y la restricción de alimentos durante la noche, explica que sí permite mejorar los perfiles metabólicos, pero realizar ayuno genera hambre, irritabilidad y una capacidad reducida para concentrarse.
“Los planes de alimentación de ayuno parecen promover beneficios, sin embargo se necesita más investigación científica. Se debe garantizar las necesidades nutricionales del paciente y proporcionar asesoramiento y educación alimentaria para evitar deficiencias nutricionales”, apunta.
Enfatiza que de no hacerlo así, hay riesgo de consecuencias que van desde dolores de cabeza y náuseas, si las dietas son a corto plazo, hasta miocardiopatías y osteoporosis, si son prolongadas.
Además, reitera que las dietas siempre tienen que ser individualizadas y dependiendo de cada caso se pueden o no determinar a partir de estudios de laboratorio; en el caso específico de personas con obesidad o enfermedades crónicas, los procesos deben ser multi e interdisciplinarios.
¿Qué es el ayuno intermitente?
El que tiene como base el ciclo circadiano, es decir, los horarios diurnos y nocturnos como base para la ingesta de alimentos.
La especialista detalla que sí están detectadas ventajas en pacientes con obesidad para perder peso, además de que en algunos casos mejoran la regulación de glucosa, tensión arterial, frecuencia cardiaca y pérdida de grasa abdominal.
A pesar de ello, indica que las desventajas de no hacerlo con prescripción adecuada puede ser un factor de riesgo para obesidad, para quienes no están en esa categoría; además, pueden desarrollar trastornos gastrointestinales a corto plazo.
También, a largo plazo, pueden enfrentar complicaciones cardiovasculares. Enfatiza que hay poca evidencia científica en enfermedades oncológicas, neurodegenarativas y diabetes mellitus.
¿Para quiénes es recomendada la dieta cetogénica?
En cuanto a la dieta cetogénica, está contraindicada en pacientes con trastorno del metabolismo de las grasas, insuficiencia hepática, enfermedad renal y cáncer. Sí las consideran para quienes tienen epilepsia.
¿Cómo es este tratamiento? Tiene un aporte de hidratos de carbono muy bajo y alto contenido en grasa. La proporción de grasas es de tres a cinco veces mayor que la suma de hidratos de carbono y proteínas. Es rígido y matemáticamente calculado.
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Reitera que esta dieta sí se puede recomendar pero con vigilancia estrecha, con estudios como química sanguínea, perfil de lípidos, cetonas en sangre, entre otros.
Sobre los efectos adversos de la cetosis nutricional, enumera a corto plazo la halitosis, náuseas y vómito, estreñimiento, deshidratación, anorexia, letargo e hipoglucemia, y a largo plazo, anomalías del metabolismo de los lípidos, problema hepático severo, deficiencias de vitaminas y minerales, miocardiopatía y osteoporosis.
El llamado es a apostar por iniciar tratamientos responsables, acompañados de actividad física, y con la idea de generar hábitos saludables de por vida, no intermitentes.
Publicado en Diario de Xalapa