El mosco transmisor del virus del dengue muta y genera condiciones de adaptabilidad que lo fortalecen y lo vuelven más resistente, incluso a los insecticidas, coinciden epidemiólogos, quienes advierten que la fumigación no es la mejor estrategia de control porque mata a otras especies depredadoras del zancudo.
En entrevista, Mauricio Fidel Mendoza González, epidemiólogo y doctor en Ciencias en Salud Colectiva, describe como “preocupante” el que haya personas enfermas por segunda o tercera vez, pues aumentan las probabilidades de complicaciones.
Cuatro serotipos del dengue hay en Veracruz
En Veracruz hay cuatro serotipos circulantes (DENV-1, 2, 3 y 4), cuando alguien enferma con uno de ellos y vuelve a estar en contacto con ese mismo, ya no se enfermará porque hay inmunidad permanente, pero no es del todo una buena noticia.
“Conforme se va teniendo contacto con diferentes serotipos, crece la posibilidad del dengue grave por un efecto cruzado al hiperestimularse la inmunidad”, explica en un contexto en el que en la entidad aumenta el número de pacientes con dengue grave o con signos de alarma.
Datos preliminares del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica exponen que el 40 por ciento de los casos confirmados de dengue en México están concentrados en Veracruz, Jalisco, Guerrero, Morelos y Nuevo León.
El reporte del 9 de octubre indica que, en general, hay una disminución en la entidad con respecto a 2024. Sin embargo, hay más registros con síntomas de alarma y dengue grave.
En el periodo de enero a la semana 40, en 2023, Veracruz tenía 4 mil 763 casos de dengue no grave y en 2024, 3 mil 194, pero en dengue con síntomas de alerta, mil 598 y ahora, mil 970.
En dengue grave fueron 91 el año pasado y ahora, 132, y en dengue con síntomas de alarma más dengue grave, mil 639, y en 2024, 2 mil 102.
En cuanto a defunciones, en el mismo periodo sumaba cuatro muertes y este año se han triplicado; están documentadas 13. La letalidad creció de 0.24 a 0.62.
Sobre estos datos, el investigador adscrito al Instituto de Salud Pública de la Universidad Veracruzana enfatiza que aunque son oficiales, en realidad, será hasta 2025 cuando se pueda tener la muestra.
En 2024 pareciera hay disminución de casos registrados, aclara, pero no deja de ser solo una muestra de lo detectado en los servicios públicos de salud; hay otra población, la de los consultorios adjuntos a las farmacias y la que va a laboratorios particulares a hacerse una prueba. “De esas no hay datos. Por ley debería haberlos, pero no sucede así”.
En el caso de los fallecimientos, en 2023 hubo 79 confirmados por esta causa en Veracruz, lo cual representó el 16.09 por ciento del total en el país; el resultado definitivo de víctimas mortales por dengue grave fue de 491.
Morelos ocupó el primer lugar con 90 víctimas, Veracruz el segundo y Yucatán el tercero, con 71. En el país, el índice de letalidad por dengue fue de 1.85, mientras que en la entidad fue de 1.16.
Reitera que más allá de los números, pues cada deceso es importante, lo alarmante es el contacto con los cuatro serotipos a los cuales estamos expuestos los veracruzanos y la posibilidad de mayor gravedad y muerte.
“Aedes Albopictus”
El experto añade que ya no solo se debe hablar del “Aedes Aegypti” sino también del “Aedes Albopictus”, pues tiene mayor adaptabilidad a condiciones adversas. Contrario al “Aegypti”, que solo está en agua limpia, al “Albopictus” es probable encontrarlo en floreros de panteones y en lugares más lejos de la casa.
Aunque no se sabe exactamente cómo llegó ni si procede de África o Asia, posee las mismas características de poder ser transmisor de la enfermedad, con el extra de mayor capacidad de vuelo y adaptabilidad a condiciones adversas.
“Esto nos debe alarmar a futuro; parece que estamos a merced de la enfermedad. Ciertas evidencias indican que la hembra, principalmente “Albopictus”, es capaz de transmitir el virus a sus huevecillos, por lo cual, desde que nace el mosco ya puede infectar a humanos”.
Muertes por dengue en Veracruz
Al ahondar en los decesos por dengue, convoca a la población a no alarmarse sino a ocuparse en cuidar la salud. Tal y como sucedió con el Covid y otras enfermedades infecciosas, las personas más susceptibles a tener cuadros graves son quienes tienen comorbilidades.
“Si en Veracruz tenemos alta prevalencia de diabetes, hipertensión, enfermedad renal, estados metabólicos inflamatorios, como ocurre en la obesidad, y además estamos expuestos a cuatro serotipos, estamos más vulnerables”.
Otros factores de riesgo mencionados son las edades. Adultos mayores de 60 años, niñas y niños son más susceptibles.
“Este año hay un número importante de niños en el país que han desarrollado la enfermedad, algunos con complicaciones serias, lo cual nos habla de que son grupo de riesgo y otro, que seguramente ya tuvieron un contacto previo. Eso también es alarmante”.
Estrategia estatal contra el dengue
El Gobierno estatal refiere que además de capacitación para la eliminación de criaderos potenciales de larvas o huevecillos y la estrategia “Lava, tapa, voltea y tira”, este año reforzó la capacidad de combate.
Asegura que entregó a la Secretaría de Salud de Veracruz 38 vehículos, 30 aspersores, 17 termonebulizadores portátiles, tres aspersores de compresión y dos equipos térmicos pesados para las 11 jurisdicciones sanitarias.
Informa que los automóviles y herramienta destinados al Departamento de Control de Enfermedades transmitidas por vector se sumaron a 46 camionetas, 49 termonebulizadores, 35 aspersores, 30 motomochilas y dos termonebulizadores pesados otorgados previamente.
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Trabajo colectivo para disminuir el dengue
Mauricio Fidel Mendoza González, quien tiene en desarrollo una investigación del dengue específicamente en Veracruz, detalla que el “Aedes Aegypti” antes solo prevalecía en zonas costeras, no pasaba de los 800-850 metros sobre el nivel del mar, y ahora se le puede encontrar a alturas mayores a los dos mil 500, indicativo de que la actuación ya no debe ser individual sino colectiva.
En primer lugar, opina que la fumigación no es necesariamente la mejor estrategia, porque se aplica fuera de las casas, cuando el mosco transmisor vive dentro de los hogares, en agua limpia.
“La fumigación debería ser la última de las acciones para poder controlar la densidad. La mejor acción es la colectiva, poder hacer ciudadanía. La mayor contribución de prevención está en nuestras manos”.
Indica que en casa hay que buscar a los moscos, voltear recipientes donde se pudiera almacenar agua limpia y abogar porque los vecinos hagan lo mismo.
“Esta debe ser una acción colectiva. Es una realidad, sin mosco no hay dengue, pero para acabar con los moscos, todos debemos contribuir”.
La fumigación, precisa, sí funciona cuando ya está detectada una alta densidad de moscos, pero cuando se hace, acaba con arañas y lagartijas y se da oportunidad a que el mosco se pueda mantener libre de sus depredadores naturales.
El “Aedes Aegypti”, mientras está fresco en la mañana, se alimenta-pica, y cuando hace calor, se guarda debajo de las camas, mesas, sillas… Se reproduce en agua limpia, en macetas, floreros. A partir de las seis de la tarde vuelve a salir a comer-picar.
Casos de dengue grave
Karla Paola Martínez Osorio, de 20 años de edad, es una de las personas que fue diagnosticada con dengue grave. Además de fatiga extrema, fiebre, diarrea y falta de apetito, narra que tuvo una baja de plaquetas que la mantuvo al borde de la muerte.
“Nunca me imaginé vivir eso. Fue horrible. Literal, pensé que sí me iba a morir. Estuve en el hospital diez días”, expresa la joven, quien afirma haber vivido un contagio masivo, pues al menos 10 de sus compañeros universitarios, del mismo grupo, también se enfermaron.
Luis Mata Flores, de 17 años, también tuvo dengue grave. Comparte que sus síntomas fueron ligeros y no les tomó importancia. No sabía que era dengue, hasta que le empezaron a sangrar las encías.
“Primero pensé que me había lastimado cuando me lavé los dientes. Eso fue en la tarde y en la noche ya tenía temperatura. Me llevaron al hospital y me dijeron que estaba en los 39.5 grados. Ahí me quedé. Fue poco, dos días, pero sí tenía mucho miedo”.
¿Qué hacer si te enfermas de dengue?
La doctora Rocío Tirado Mendoza, integrante del departamento de Microbiología de la Universidad Autónoma de México, explica que la mayoría de las enfermedades infecciosas se cursan de manera asintomática y pueden ser autolimitantes, es decir, las controla el sistema inmunológico.
En caso de no ser así, menciona que cada caso es distinto, pero en general, se puede describir como una enfermedad febril, con dolor de cabeza, de articulaciones y muscular.
Los síntomas de alerta son los ya mencionados más dolor detrás de los ojos, náusea, vómito, dolor abdominal y sangrado.
Da a conocer que una de las pruebas rápidas que hacen los médicos es la del “torniquete”, pues como hay una lesión a nivel de los vasos, estos sufren un rompimiento y aparecen unas manchitas rojas en la piel.
“Clínicamente hablando, esta prueba es rápida e importante, y se sigue un protocolo de vigilancia y atención”.
Enfatiza que no hay un tratamiento para dengue, pero al haber una pérdida importante de líquidos, estos deben ser sustituidos. Si la persona es atendida a tiempo, se controla.
“Es un tratamiento de soporte. No se puede hablar de cura. Y sí existen dos vacunas; en México, solo una. Hay posibilidad de adquirirla en el sector privado, es únicamente para prevención y está dirigida contra los cuatro serotipos”.
Anota que cuando se autorizó el uso de la vacuna en 2015, la dinámica de los serotipos era distinta a la actual, entonces los resultados no fueron tan satisfactorios porque había una mejor respuesta contra alguno o algunos de ellos.
Actualmente, explica, los más importante son el 3, 2, 1 y 4, en ese orden, y considera que es importante saber no solo si es dengue confirmado sino qué serotipo, porque eso hablará de la eficiencia de la vacuna.
“Es cierto que la vacuna está dirigida contra los cuatro, pero tiene mejor respuesta contra los serotipos 3 y 4. Es para población en zonas endémicas, únicamente de entre 9 y 45 años”.
El exhorto emitido por la Cofepris es a no adquirir medicamentos en redes sociales, plataformas de venta u otros sitios de internet, ya que podría tratarse de un producto falsificado elaborado con ingredientes contaminados, de mala calidad y carecer del principio activo.
La doctora enfatiza que tener un sistema inmunológico saludable ayudará a cursar la enfermedad sin mayor riesgo. De acuerdo con las posibilidades individuales, convoca a llevar una mejor alimentación, hacer ejercicio y cuidar la salud mental.
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Nota publicada en Diario de Xalapa