Algunas profesiones implican mayor dificultad que otras para poder llevar un estilo de vida saludable debido a las condiciones laborales determinadas.
Entre estos trabajos que engordan están los que desempeña el personal de servicios de seguridad, los cocineros y manipuladores de alimentos, los camioneros y trabajadores en servicios de transporte, los oficinistas y también los cargos directivos que, en general, muestran más riesgo de aumentar de peso, según informa a Efe el Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Los colectivos que se vinculan a un mayor riesgo de padecer obesidad tienen en común una serie de factores, como trabajar en un espacio de trabajo reducido que limita la movilidad, y la falta de actividad física regular o su mala planificación, según este instituto.
Los profesionales que ejercen esas profesiones también suelen tener hábitos no saludables, como fumar, dormir poco, trabajar bajo presión o estrés, una alimentación a base de menús suculentos, comida rápida, bocatas y fritos, acostumbran a picar entre horas y usan su tiempo libre y de ocio de modo más sedentario, de acuerdo a este centro.
Los expertos del IMEO explican a los profesionales con más riesgo de engordar cuáles son las conductas que deben seguir y evitar para que mantenerse en forma sea una misión posible:
Militares y servicios de seguridad
Algunas de las principales causas que dificultan a estos dos colectivos el mantenimiento de un peso saludable y unos niveles adecuados de grasa son el estrés físico y el mental al que se ven sometidos, además del descontrol de horarios, explica a Efe Mireia Elías, nutricionista del IMEO.
Por ello, es fundamental que eviten al máximo pasar más de tres horas sin tomar alimentos, ya que así conseguirán no llegar a las comidas principales con mucha hambre y/o ansiedad y evitarán picotear productos más calóricos e insanos entre horas, señala.
Además, el aporte energético continuo pero moderado va a evitar la ralentización del metabolismo y va a contribuir a unos mejores resultados en la práctica del ejercicio físico, señala Elías.
Otro factor que deben evitar los militares y quienes trabajen en servicios de seguridad, es el descontrol de sus comidas, tanto en el trabajo como en su casa, apunta esta nutricionista.
Debido a los turnos rotatorios con los que suelen trabajar y la falta de tiempo que esto supone, es habitual que quienes se dedican a estas profesiones tiendan a comer cualquier cosa que encuentren, recalca.
Cocineros y manipuladores de alimentos
Durante su trabajo deben evitar al máximo picotear entre horas todos los platos que elaboran. Para ello, es esencial que establezcan un horario de comidas adaptado a su turno de trabajo, señala a Elías.
Así se reducirán las horas que pasan sin comer y, por tanto, el hambre y ansiedad que tienen en esos momentos, añade.
Los cocineros y quienes manipulan alimentos, también deberán evitar la falta de planificación en las comidas, tanto las que se dan entre horas, como las principales. Estas últimas jugarán un papel clave ya que en muchos centros de alimentos no se permite a los trabajadores introducir comida externa, asegura.
Servicios de transporte
El mayor riesgo que conlleva esta profesión es la tentación de picar entre horas unida a la inactividad física, ya que quienes la desempeñan pueden llegar a pasar muchas horas de conducción, en las que el cansancio y el aburrimiento afloran, indica a Efe Carmen Escalada, nutricionista clínica del IMEO.
Lo ideal es llevar alimentos sanos en el medio de transporte donde se trabaja para tomarlos entre horas y evitar la ganancia de peso, señala.
Estos alimentos podrían ser un puñado de frutos secos naturales, piezas de fruta, embutido magro como jamón cocido, pavo, jamón serrano o lomo, y lácteos desnatados, en el caso de tener un medio de refrigeración ejemplifica esta nutricionista.
Respecto a las comidas y cenas, Escalada señala que es importante organizar el menú semanal para no acabar comiendo cualquier cosa en cualquier lado.
Oficinistas y cargos directivos
Para Escalada, el problema de este tipo de empleos está fundamentalmente en el desorden en los horarios de comidas por la falta de tiempo y el lugar donde se realizan las ingestas principales, haciendo que afecte al metabolismo y que cueste bajar o mantenerse en el peso.
Por ello Escalada aconseja:
1.- Es conveniente que organicen las comidas y eviten los picoteos y evitar ingerir más cantidad de alimento en la cena.
2.- Deberían realizar cinco comidas diarias: la primera, un desayuno que incluya un hidrato de carbono, un lácteo y una proteína, como por ejemplo, un café con leche desnatada, unas tostadas integrales con aceite y pavo.
3.- Deben hacer una comida a media mañana, en el trabajo. La opciones más cómodas y saludable es tomar una fruta, un puñado de frutos secos, una barrita de cereales, tortitas de maíz, arroz o avena, yogur líquido y una infusión.
4.- La comida de mediodía y la cena deben constar de una ración de verduras (cocinadas o en ensalada) y una ración de proteínas, en tanto que la merienda sería a base de un yogur líquido o infusiones sin azúcar.
5.- Deben introducir en su alimentación las legumbres (lentejas, garbanzos, quinoa, alubias), tomadas preferiblemente los días que vayan a hacer deporte tras el trabajo, en introducir hidratos de carbono: pasta, arroz, patata, cuscús, pan en todas sus modalidades.
6.- Es importante no utilizar fritos, empanados ni rebozados, a la hora de cocinar o elegir en un restaurante, así como evitar las salsas y apostar por las especias como aderezo, en vez de sal.
7.- Deben beber agua, no solo en las comidas, , sino también a lo largo de todo el día para mantenerse hidratado, porque suele ser uno de los factores que más se olvida.