Orizaba, Ver.- La ansiedad, depresión y angustia crearon en el ser humano problemas de neurosis, pero el tabú de esta palabra puede generar que quien lo padece no se atienda al momento complicando su enfermedad emocional.
Laura, integrante de Neuróticos Anónimos, comenta que la palabra neurótico les resulta fuerte e inclusive la rechazan, cuando tienen signos de que lo padecen: "muchas personas adultas prefieren llevar a sus hijos al psicólogo o tomar antidepresivos que atenúan algunos de los síntomas, pero no curan la enfermedad".
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Señala que dentro de la sociedad hay mucha resistencia ante los problemas de neurosis, por lo general se considera neurótico a la persona de enfrente y no a quien en realidad también lo padece, sin embargo, el aceptar la enfermedad lleva un proceso en la persona que consta primero en la asimilación para luego empezar con el apoyo.
"Cuándo se es para un menor de edad, los mismos padres minimizan el problema porque hay rechazo de parte de ellos, pero también hay desconocimiento de los servicios que ofrecemos, nosotros no cobramos por lo que hacemos. No somos lucrativos".
La entrevistada señala que es complicado llegar a la ciudadanía, puesto que la difusión del grupo les genera un gasto que no tienen, pero las redes sociales y la difusión que se da en la ciudad ha bajado," antes pegábamos papeles o volantes, ahora ya no se puede por el tema de contaminación y es bueno porque entramos a redes sociales, pero seguimos sesionando y ayudando a la población infantil, juvenil y adultos".
Verónica, habla respecto a las sesiones de forma presencial en las salas, "a raíz de la pandemia las emociones se han destapado, los síntomas de ansiedad, angustia y estrés también llegó a los niños y desde sus casas veían como entretenerse, esto generó mucha violencia, la convivencia entre la familia pudo destapar esta situación".
Para este sector de la población existe el grupo denominado "NeuraTeen", donde atienden a niños y jóvenes que pueda presentar este tipo de problemas emocionales y el que sean escuchados y sentirse identificados con un ajeno, les permite abrirse más a fondo en lo que sienten para que su ayuda sea más amplia.
¿Brindan ayuda en las escuelas?
Antes de la pandemia, este grupo de personas, con el permiso de los directores de escuelas y de los padres de familia, acudían a las instalaciones para dar información sobre ellos de una forma que los niños y jóvenes entendieran el concepto de neurosis.
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"En todas las escuelas vimos problemas de bullying, pero detrás de esos niños puede existir algún factor en casa o familiar y ellos son los que más preguntaban y al contar las historias ellos tenían más dudas".
Desafortunadamente, la pandemia de Covid-19 cerró escuelas y con ello el objetivo de transmitir el mensaje, por lo que las sesiones se pasaron de forma virtual y los jóvenes entran a sala los fines de semana de 11:00 de la mañana a 1:00 de la tarde para niños de 8 a 12 años y de 1:00 a 3:00 de la tarde para los adolescentes de 13 a 16 años.
Cabe hacer mención que para sesionar en sala presencial se les pide la prueba Covid-19 negativa, pues cuidan la integridad física de los integrantes.
