¿Hay enojo en tus hijos? Cómo evitar el desequilibrio en el bienestar emocional

Las niñas y niños ya no quieren socializar, son tímidos y además presentan problemas de conducta volviéndose intolerantes, agresivos, impulsivos, con bajo rendimiento académico o irritabilidad

Xiomara Flores | El Sol de Orizaba

  · martes 24 de enero de 2023

"¿Cómo amaneciste?, ¿Cómo te sientes hoy?, ¿Te duele o afecta algo que esté pasando en tu vida o con tus amigos de la escuela?" son preguntas habituales que podrías hacerle a tus hijos/Foto ilustrativa: Pixabay

Padres de familia o tutores que evitan preguntar: "¿Cómo amaneciste?, ¿Cómo te sientes hoy?, ¿Te duele o afecta algo que esté pasando en tu vida o con tus amigos de la escuela?" Por la creencia de que un niño no necesita responder a esos cuestionamientos porque no tiene de qué preocuparse, en ocasiones genera que el menor llega a desarrollar una mala salud física y desequilibrio en el bienestar emocional, psicológico y social revela la psicóloga Lesly Meléndez García.

En entrevista para El Sol de Orizaba, la especialista en psicología infantil menciona que el control de las emociones en niñas, niños y adolescentes es tan importante como en la edad adulta, pues los más pequeños aprenden a no hacer de una situación un “berrinche” y encontrar alternativas para la solución de problemáticas desde muy temprana edad evitando así crecer con padecimientos como depresión, baja autoestima, trastorno del sueño, irritabilidad, impotencia, frustración, entre otros.

A sus 24 años, Lesly García señala que alrededor de un 70 por ciento de las personas que acuden a algún tipo de asesoría exponen no saber gestionar estas emociones, por ello ante la preocupación de los especialistas por la importancia del control de las emociones en la etapa de la niñez nos brinda algunos beneficios de la terapia infantil.

“Cuando se habla de un problema de salud metal, la persona se va a sentir con estrés en sus distintas áreas de vida, desequilibrio en el estado de ánimo, exceso de enojo o violencia, cansancio, sentimientos de tristeza, pensamientos confusos, baja energía, incapacidad para solucionar problemas, falta de concentración, aislarse de los demás, cambios alimenticios y en ciertos casos llegan aparecer pensamiento suicida, que conlleva a exponer depresión o ya tener algún trastorno en específico”.

Cuestionada sobre cómo podemos apoyar a nuestros familiares en el tema del control de las emociones indica que se debe mostrar empatía ante una situación de vulnerabilidad: “Principalmente mostrarle alternativas como, por ejemplo, acudir a instituciones ya sean públicas o privadas que ofrezcan apoyo psicológico”.

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A lo largo de su trayectoria de igual forma asevera que en distintas ocasiones los infantes y adolescentes, se muestran muy poco tolerantes a situaciones donde aparece la frustración, notándose en pequeñas cosas como: “Cuando algo no les sale como lo planearon o no lograron alcanzar la meta que se propusieron, o cuando papá y mamá no les compraron lo que ellos querían y se les nota la inconformidad a que no resulto como lo esperaban, es ahí donde nos damos cuenta que los menores tienen que aprender a gestionar su sentir”.

Consecuencias de la falta de control de las emociones

Los cambios que un niño, niña o adolescente podrían presentar al no hablar de su inconformidad o sentir respecto a su vida, señala la psicóloga empieza por diversos factores como: La edad biológica, es decir, el proceso de ser niño a convertirse en adulto, indica que en ocasiones no se les prepara para un cambio así con apoyo de la terapia psicológica.

“Involucra también la falta de atención por parte de los padres, un nuevo hermanito(a), divorcio, acoso escolar, abuso, violencia física y psicológica en su entorno haciendo énfasis muy preciso que en nuestra actualidad está presente el uso de los dispositivos electrónicos, pero sin tener un tiempo límite, logrando un exceso de conductas agresivas, que muy probablemente les traerá problemas futuros”.

¿Qué papel juega la tecnología en la psicología infantil?

Lesly acota que la tecnología vino a transformar la vida, y aún más para los menores por el hecho de haber nacido con la influencia digital, “Esto ha cambiado la manera de comunicarse casi al instante, el acceso a la información, de tener una educación tradicional. Hubo un cambio drástico; de ver a niños jugando en la calle a las escondidas, pasamos a ver a menores sentados con dispositivos tecnológicos por largas horas”.

Afirma que las niñas y niños ya no quieren socializar, que son tímidos y además presentan problemas de conducta volviéndose intolerantes, agresivos, impulsivos, con bajo rendimiento académico, irritabilidad, somnolientos, ansiedad y que incluso pueden generar una adición en casos extremos.

Para darle seguimiento a la detección de esta problemática en los menores de edad señala que “Los padres o tutores a cargo del menor, deben tener en claro que poner límites es amar a sus hijos, explicarles que su vida no depende de un videojuego, que debe existir un equilibrio en sus diferentes actividades, deberes, tareas, deporte, charlas, amigos, lectura, tiempo de familia, videojuegos y descanso, con tiempos determinados”.

Con apoyo de la especialista te brindamos a continuación algunos consejos para moderar o reducir la dependencia a las nuevas tecnologías:

  • Límite de tiempo en el uso del internet en celulares o videojuegos.
  • Revisar qué contenido consumen.
  • Estar en constante diálogo con los menores, para que se sientan tomados en cuenta (hacerles preguntas de tipo: ¿Cómo se sienten de ánimo?, ¿Cómo les fue en la escuela?).
  • Hacer deporte/manualidades/actividades artísticas
  • Viajes familiares.
  • Apoyo psicológico: Importante que este sea presencial, pues la finalidad es guiar a los menores a canalizar sus emociones y miedos formando seres más humanos, más auténticos, más empáticos y más felices.

Asimismo si existe un comportamiento de aislamiento cabe la posibilidad de que haya algún tipo de acoso escolar, para ello es importante la comunicación con los hijos: “Las situaciones familiares, claro que influyen de forma positiva o negativamente en el comportamiento del infante, los niños exponen lo que viven en casa, si crecen oyendo insultos, viendo golpes o humillaciones, repetirán ese patrón de conducta, en sus escenarios de juego, escuela o convivencias”.

Igualmente estas serían algunas medidas preventivas para enfrentar el bullying expuestas por nuestra entrevistada:

  • Brindar confianza a tu hijo(a), sin temor a sentirse juzgado.
  • Comunicación constante.
  • Reforzar la autoestima, hablándole en modo positivo.
  • Enseñarle que él o ella es lo más importante.
  • Hazle saber que nada de lo que está pasando, es su culpa.
  • Apoyo psicológico para enfrentar el proceso.
  • Comunica la situación en las instituciones educativas.

Lo más importante del apoyo psicológico es mantener un tratamiento con la terapia adecuada a lo que el paciente necesita, por ello para más información o dudas, la especialista nos brinda el correo electrónico psic.leslymelendez@gmail.com donde puede ofrecer una atención especializada.