En México, solo una cuarta parte de la población de 60 años y más está pensionada, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), a propósito del Día Internacional de las Personas de Edad el próximo primero de octubre.
A través de un reporte, el instituto precisó que de la población pensionada, el 40.9% son por jubilación, 33.9% por retiro, el 17.5% por viudez y 3.6% por accidente o enfermedad de trabajo.
En materia de ocupación, el instituto agregó que durante el primer trimestre de 2017, la tasa de participación económica de la población de 60 y más años es de 33.9%; en donde la tasa en los hombres es de 50.9% y en las mujeres de 19.6%.
Por edad, resulta que la tasa de participación económica es 3.5 veces mayor en la población de 60 a 64 años (49.6%), respecto a la que tiene 75 y más años de edad (14.3%).
“Cabe señalar que el porcentaje de la población de 60 y más años que no es económicamente activa es del 66.1%, y de estos, más de la mitad se dedica a los quehaceres del hogar (54%)”, apuntó.
El INEGI precisó que dos aspectos que se distinguen de la población ocupada que tiene 60 y más años (4.8 millones), es que prácticamente la mitad labora por cuenta propia (49%) y aunque la proporción no es tan grande, existe población que no percibe remuneración alguna por su trabajo (4.4%).
Por su parte, de los adultos mayores que se ocupan de manera subordinada y remunerada (37.8%), la mayoría no tiene acceso a instituciones de salud por su trabajo (60.8%); labora sin tener un contrato escrito (61.8%) y casi la mitad (47.7%) no cuenta con prestaciones. “De hecho, 73.2% trabaja de manera informal”, destacó el instituto.
“Hay una gran cantidad de población que llega a la vejez trabajando o buscando trabajo. Se observa que, entre los adultos mayores, la Población Económicamente Activa (PEA) es predominantemente masculina y disminuye conforme avanza su edad”, destacó el INEGI.
No obstante, el instituto advirtió que derivado del proceso de envejecimiento que experimenta la población de adultos mayores, enfrentan mayores obstáculos que el resto de lo gente, como discapacidad y limitantes para insertarse en actividades productivas.
“Entre los diversos retos por los cuales atraviesan los adultos mayores está enfrentarse al deterioro físico que en su momento generan las enfermedades crónico-degenerativas”, apuntó.
En este sentido, refirió que, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) 2014, en el país residen 3.4 millones de personas de 60 y más años con discapacidad y 4.7 millones con limitación.
