RAFAEL DELGADO, Ver.- La temporada de estiaje para más de 10 mil habitantes de la congregación Jalapilla comenzó difícil, pues desde hace casi dos semanas resienten la escasez del vital líquido, al disminuir el aforo del manantial Los Ahuehuetes. Muy pocas familias tienen un pozo artesiano para satisfacer sus necesidades más prioritarias. Señalaron que si no atiende la autoridad esta situación están dispuestos a bloquear la calle principal.
Abraham Rocha Rojas, vecino de la congregación, dijo que durante la temporada de calores las amas de casa requieren el agua para hacer la comida, limpiar el hogar, bañarse y lavar la ropa.
"Las familias que carecen de un pozo en su hogar son las que sufren las consecuencias de la falta del vital líquido, que les llega de un manantial. El estiaje afecta a más de 10 mil vecinos de Jalapilla, La Joyita, El Vidrio, la Unidad Hacienda y Ex Hacienda de Jalapilla".
Están por cumplir dos semanas de que padecen la escasez de agua, "pero no hay solución a la demanda de los pobladores", abundó. Indicó que la respuesta que dieron a los vecinos sobre el porqué de la falta del líquido es que “se descompuso la bomba”.
Recordó que antes cada tres días por tandeo recibían el preciado líquido, pero ya transcurrieron muchos días sin que llegue una gota a los hogares de las familias, que tienen que hacer milagros para lavar los trastes, la ropa, el aseo de la casa y el aseo personal.
ENVIÓ MUNICIPIO UNA PIPA PARA ABASTECER DE AGUA A MÁS DE 10 MIL HABITANTES
El Ayuntamiento les envió una pipa de agua al día, para abastecer a esa cantidad de habitantes, pero no alcanza. Hacen falta pipas que lleguen a las colonias, fraccionamientos y multifamiliares, pues una apenas alcanza para surtir del vital líquido a 10 casas habitación; para agravar más la situación, la unidad que les surtía el líquido se descompuso y ya no pudo seguir abasteciéndoles.
Teresa Puertos, representante del fraccionamiento Ex Hacienda de Jalapilla, dijo que hace mucha falta que les manden pipas de agua, pues ahí hay por lo menos unas 400 familias que sufren la falta del vital líquido.
En esta situación están también quienes habitan en Novillero Chico, “Hemos padecido más porque les quitaron su fuente de abastecimiento. La presidenta dijo que ella se ahorraba un gasto en la energía eléctrica, nos interconectaron para que nos caiga a gravedad, pero no nos abastece al cien por ciento”, de esto tiene dos años, que es el tiempo que resienten el abasto normal del líquido.
“Pagamos nuestro servicio de agua potable y exigimos que se nos surta el líquido al cien por ciento, como anteriormente se nos dotaba”. A la presidenta piden que “le eché ganas a las cosas para que mande el agua porque ya vamos a hacer ocho días sin agua. Nos mandó la pipa, pero quedó descompuesta en una calle y dicen que tal vez la compongan mañana y no tenemos de dónde agarrar agua”.
Señaló que el pago por el servicio de agua potable anual es de 350 pesos, sin recibirlo. Para hacer frente a esta situación, dijo que las familias del fraccionamiento cooperan para comprar pipas de agua, lo que representa un golpe para su economía, pues cada pipa de 10 mil litros cuesta mil pesos, y aunque la pagan entre varios, no todos tienen el recurso suficiente para ello.
Refirieron que viven en una zona rica en ese recurso, pero las autoridades no han hecho nada para que se resuelva ese problema en la congregación de Jalapilla.
Sin agua no podemos hacer nada, aunque reciclemos la que tenemos, si es más tiempo con eso nos vamos a ayudar
Opciones para resolver la falta de agua las hay, afirmó Abraham Rocha Rojas, pues se puede hacer un “cincho” para que se tome agua del acueducto Nogales-Córdoba, pero las autoridades no lo han considerado.
“Si no vemos respuesta rápida vamos a tomar otras medidas, los habitantes del fraccionamiento estamos dispuestos a unirnos a toda la congregación de Jalapilla para que esto se resuelva de raíz”, dijo Teresa Puertos, mientras que Rocha Rojas dijo que no descartan la posibilidad de bloquear la calle principal para que las autoridades tomen cartas en el asunto.
Con información de Jhennifer Renaud | El Sol de Orizaba