Orizaba, Ver.- En Alcohólicos Anónimos (AA) se busca dejar de sufrir a través de los 12 pasos de recuperación con el slogan “Sí puedo dejar de beber”, dijo el coordinador del grupo Fortaleza.
Comentó que, con el programa, miles de personas han logrado cambiar su historia de adicción al alcohol.
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¿A quienes apoya la organización Alcohólicos Anónimos?
A 5 años de existencia de la agrupación, agregó que reciben atención hombres y mujeres, además de jóvenes que no sólo presentan problemas de alcoholismo, sino conflictos emocionales como soledad, depresión y hasta delirios.
“Al asistir a sus juntas los miembros decidieron cambiar para dejar de sufrir e integrarse a la sociedad”, abundó.
Diego recuerda que llegó hace cinco años a Alcohólicos Anónimos, sin trabajo, sin familia y espiritualmente desecho.
Expresa que comenzó a tomar cerveza y licor a los 15 años, en fiestas y por imitación, por sentirse mayor; y cuando menos se imaginó ya estaba en sus primeras borracheras.
“Me armé de valentía y decidí acercarme al grupo de AA, donde lo primero que me dijeron es que si quería dejar de beber lo podía hacer, pero no cualquiera podía dejar de sufrir, pero yo decidí hacer las dos cosas”.
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Hoy Diego tiene una buena relación familiar, no bebe, no fuma; aprendió a escuchar y a comunicar las emociones, “gracias a que estoy en el sitio indicado y con las personas correctas".
El coordinador, afirmó que el programa de AA no es sólo para dejar de beber, es un programa terapéutico donde se aprende a dejar de sufrir y a tener una vida útil y feliz.
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¿Cuáles son los Doce pasos de Alcohólicos Anónimos?
Los Doce Pasos de Alcohólicos Anónimos
- Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol, que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables.
- Llegamos a creer que un Poder superior a nosotros mismos podría devolvernos el sano juicio.
- Decidimos poner nuestras voluntades y nuestras vidas al cuidado de Dios, como nosotros lo concebimos.
- Sin miedo hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos.
- Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos, y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestros defectos.
- Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios nos liberase de nuestros defectos.
- Humildemente le pedimos que nos liberase de nuestros defectos.
- Hicimos una lista de todas aquellas personas a quienes habíamos ofendido y estuvimos dispuestos a reparar el daño que les causamos.
- Reparamos directamente a cuantos nos fue posible el daño causado, excepto cuando el hacerlo implicaba perjuicio para ellos o para otros.
- Continuamos haciendo nuestro inventario personal y cuando nos equivocábamos lo admitíamos inmediatamente.
- Buscamos a través de la oración y la meditación mejorar nuestro contacto consciente con Dios, como nosotros lo concebimos, pidiéndole solamente que nos dejase conocer su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.
- Habiendo obtenido un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar el mensaje a los alcohólicos y de practicar estos principios en todos nuestros asuntos.