Orizaba, Ver.- Luego de una misa de cuerpo presente presidida por el presbítero Antolín Bernardi Castelán, familiares, vecinos y amigos de Alan Fernando acudieron al panteón municipal Juan de la Luz Enríquez donde descansará eternamente.
Posterior a la bendición del féretro color blanco y la unción de incienso, el silencio dentro de la capilla Inmaculado Corazón de María se rompió con una lluvia de aplausos donde vecinos de Alan Fernando se acercaron a su féretro y ahí de cerca y con voz baja susurraron algunas palabras para el pequeño.
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El servicio funerario llevó a Alan en una camioneta color blanco y en la parte trasera de la misma, los familiares y vecinos de este pequeño de 12 años caminaron hasta el panteón, algunos amigos de él llevaban globos blancos y otros en forma de estrella, una flor blanca o veladoras fue como siguieron su camino hasta el campo santo municipal.
"Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo, has dicho mi nombre, en la arena he dejado mi barca, junto a ti, buscaré otro mar" fue uno de los cánticos religiosos con los que siguieron su camino hasta la calle Real dando vuelta sobre el retorno del puente colgante de Orizaba y así incorporarse a la calle principal.
Mencionar que el martes 06 de julio alrededor de las 19:00 horas, las campanas de la capilla Inmaculado Corazón de María sonaron en tres ocasiones, estas servirían como un llamado a los vecinos de la unidad habitacional Canacintra Ojo de Agua, para avisar que el cuerpo de Alan Fernando había llegado a la capilla.
Ahí, fue donde se dio el velorio y la mañana de este miércoles 6 de julio la misa de cuerpo presente esto a las 11:00 de la mañana, para que alrededor del mediodía empezará el camino de acompañamiento para Alan.
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Restos de Alan llegan al panteón Juan de la Luz Enríquez
En el panteón, amigos del menor, en conjunto con sus padres, ya estaban en el pasillo del campo santo esperando la carroza funeraria que trae a Alan para darle la cristiana sepultura.
Las puertas del panteón, Juan de la Luz Enríquez, se abrieron dejando entrar a la carroza blanca, no sin antes algunos de los vecinos que lo acompañaron adelantaron su camino para descansar, pues a pesar del bochorno, el trayecto lo continuaron.
Sin que se permitiera el acceso a los medios y por respeto a la familia, solo se permitió llegar hasta la entrada al campo santo, pues luego de ello, Alan fue acompañado por sus seres queridos, amigos y vecinos que lo vieron crecer durante 5 años que fueron los que vivió en la Unidad habitacional Canacintra Ojo de Agua en una casa color blanco marcada con el número 29, misma que hasta esta mañana seguía acordonada.