Orizaba, Ver. - Angélica Zepeda tiene 47 años y fue detectada con cáncer hormonal, es decir, que aquella bolita que descubrió en uno de sus senos fue creciendo rápidamente, hoy, se encuentra en tratamiento y sus hijos son la fortaleza que necesita para salir adelante.
Fue la costumbre de autoexplorarse lo que la llevo a detectar una pequeña bolita en su seño y por el tipo de cáncer que padece, lo que empezó como un barrito, fue creciendo al tamaño de un limón y pasados 3 meses ya era como un huevo y pasó a ser del tamaño de un chayote.
- Te puede interesar: Donar sangre es compartir vida, la historia de Daniel Guzmán
Lo anterior alarmó a los médicos que la atendieron empezando de forma inmediata los estudios pertinentes y al detectar cáncer se iniciaron las quimioterapias.
Varios estudios fueron los que Angélica tuvo que pasar y al dársele el resultado de una de cáncer de mama, su mundo se vino abajo, "se siente horrible, es sinónimo de muerte y lo primero que pensé son mis hijos, que aunque tienen 26 y 18 años para mí son mis pequeños, son lo que más me duele y es mi preocupación".
Cabe hacer mención que Angélica tiene un año que se descubrió una bolita en el seno y fue en febrero del presente año que le tocó realizarse la mastografía.
Existen muchos tipos de cáncer y al momento de la biopsia la detección que le dieron fue cáncer hormonal tipo tres b.
Afortunadamente Angélica comenta que gracias a las quimioterapias, aquella bolita que tenía el tamaño de un chayote ha ido bajando considerablemente, "en su momento, cuando me hicieron la biopsia que te pican el seno, el doctor me dijo que se doblaron dos agujas y sacaron muestras muy pequeñas".
Angélica describe a las quimioterapias como un mal necesario, pues en ella le generan vómito, mareos, perdida de cabello, no obstante, han hecho que aquella bolita vaya bajando su volumen.
¿Cuántas quimioterapias ha necesitado?
Ahora el tumor ha bajado al tamaño de una nuez y el 06 de noviembre tendrá la sexta quimioterapia de 8. Posteriormente, se le retirará el seno y luego iniciará con las radioterapias.
"Me falta mucho en este proceso y voy agarrada de la mano de Dios y con todas las personas que nos dan talleres siendo empáticos con el dolor, pues si yo estoy con dolor hay alguien peor que yo", comenta.
Lamenta que su hijo, el más chico, la vea decaída, en la cama todo el día, vomitando, "me dice mamita, no te vayas a morir, no me dejes solo, soy mamá soltera y mi hijo menor y yo nos tenemos el uno al otro porque el mayor está en Tijuana".
Comenta que en su familia, por parte de su mamá, tuvo la enfermedad del cáncer.
Finalmente, Angélica dijo que independientemente de la religión, que profesen, aferrarse a la fe en la que crean, tomar de la mano a la familia y realizar autoexploraciones continúas.