Orizaba, Ver.- El próximo 1 de septiembre se cumplen 12 años de la desaparición de Fernanda Rubí, hija de Araceli Salcedo Jiménez, fundadora del Colectivo Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba.
La activista, que cuenta hoy con 52 años de edad, es la impulsora de alrededor de 300 familias que viven con el dolor por no tener con ellas a alguno de sus integrantes y los buscan en todo el estado.
Fue a raíz de la desaparición de su hija, que comenzó la lucha por su búsqueda y como toda madre busca hasta por debajo de las piedras, pero comienza a recibir amenazas.
En el camino de su búsqueda conoció a más familias que vivían el mismo dolor y fundó el Colectivo Familias de Desaparecidos Orizaba-Córdoba. A través de sus redes sociales comienza a visibilizar su búsqueda y empieza a agrupar a más familias de la zona de las Altas Montañas con el mismo sufrimiento.
Con sus propios recursos fue a la Fiscalía Especializada en Delitos de Violencia contra las Mujeres, Grupos en vulnerabilidad y Trata de personas (Fevintra), a todas las personas que le decían que fuera y tocara, ella lo hacía con su propio recurso.
Durante el gobierno de Javier Duarte realizó las primeras marchas y manifestaciones para visibilizar las desapariciones que ya se registraban en la zona de las Altas Montañas, que las autoridades querían mantener ocultas.
Fue en octubre del 2015 cuando encaró al gobernador Duarte de Ochoa durante una visita que hizo a Orizaba, a quien exigió atender la búsqueda de los desaparecidos, entre ellos a su hija Fernanda Rubí, quien tenía tres años desaparecida.
Al ver la sonrisa en la cara del mandatario, le exigió dejar de sonreír, porque ella no tenía vida desde el momento en que su hija fue arrebatada de su lado; igual que muchas madres y padres de esta zona.
Iniciativa de ley a favor de desaparecidos en 2015
Continúa su lucha con otros colectivos del Norte del país y ven que no hay una ley para su búsqueda, la que había era una ley muy general que no protegía la búsqueda de las personas desaparecidas que tienen derecho a ser buscadas. Es así como nace la iniciativa de ley por desaparición forzada, presentada en el 2015.
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Esa iniciativa fue hecha por las familias y abogados de algunas organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro, pues no había hay protocolos que protegen las búsquedas.
Araceli Salcedo Jiménez es un ícono de lucha, de fe, de esperanza y fuerza para cientos de familias de la zona de las Altas Montañas, que a pesar de estar sumidas en el dolor y caer en cama enfermas, se vuelven a levantar.
La frase: “Levántate, ponte chingona, porque así no me sirves”, en el buen sentido de la palabra, es bien conocida entre las madres del colectivo, quienes recuerdan que, si no son ellas, nadie más a buscar a sus hijos.
A pesar de afrontar una enfermedad que le exige seguir tratamiento en la Ciudad de México cada determinado tiempo, se mantiene en comunicación con los integrantes del colectivo.
Salcedo Jiménez les ha dado las herramientas para actuar ante las autoridades. Son de larga data, pues hay mamás que como Araceli buscan a sus hijos desde hace 12, diez, ocho, cinco años. Pensaban que con hacer la denuncia las autoridades por arte de magia los buscarían, pero no ha sido así.
Las desapariciones continúan y la cifra ya rebasó al personal de la Fiscalía de Personas Desaparecidas y a la Policía Ministerial. Las personas que son recuperadas no es porque las autoridades las busquen de acuerdo a los protocolos homologados. Algunos de los que han aparecido es porque salieron de su domicilio por situaciones familiares y cuando ven su ficha, regresan; pero de los desaparecidos hace once, diez, tres o cinco años no hay resultado.
Ante este panorama, ver la lucha que emprende cada día Araceli Salcedo, no solo en la búsqueda de Fernanda Rubí, sino de todos los desaparecidos en esta zona, es lo que les da esperanza.