Xalapa, Ver.- Todos hemos pasado por la sensación de que nuestra preferencia por alguien es de manera exclusiva e intensa pero después, cuando pasa el tiempo, a lo mejor tuvo una fecha de caducidad. Pueden ser tres meses, siete años como otros dicen, varía en cada experiencia.
Entonces, ¿el amor tiene fecha de caducidad? La ciencia asegura que sí. Aunque no se tiene un tiempo de vida para el amor romántico –entendido como la fase más intensa-, se sabe que éste acaba.
“Tener esos neuroquímicos en tu cerebro todo el tiempo es extremadamente demandante energéticamente para tu cerebro. Si uno tiene grandes cantidades de dopamina todo el tiempo en el cerebro uno terminaría comportándose como un esquizofrénico, como un paranoico y de hecho, muchos de los enamorados tienen toques de eso”, asegura Genaro Coria Ávila, integrante del Centro de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana (UV).
Tras una etapa de locura pasional, explica el especialista, el amor por la pareja sufre una transformación que le permite hacerse más duradero. Sin embargo, en este cambio se sacrifican un poco de la pasión y el impulso que él o la enamorada tenía al iniciar la relación. “Muchos lo describen como un amor fraternal más que un amor pasional, es un amor más de compañerismo y de procurar el bien del otro y de cuidarle pero mucho de lo que había en la primera fase se bajó. Ya no está la pasión desbordante, la locura, los celos que se tenían en el inicio”, dice. En la segunda parte, que los filósofos griegos denominaron “ágape”, es la que se considera del “amor verdadero” porque ya no caduca.
En esa segunda parte podemos encontrar otros neuroquímicos diferentes. Así, la dopamina le cede su lugar a la oxitocina que va a provocar en el cerebro una sensación de seguridad y tranquilidad. “Eso es lo que surge después de un tiempo en muchos matrimonios: estabilidad y seguridad emocional”, indica el científico de la UV.