Orizaba, Ver.- La pandemia hizo que algunos banqueteros, que quedaron sin trabajo al suspender las autoridades todo tipo de fiesta, reinventaran su negocio y algunos, como es el caso de Hugo Tenorio Flores, adecuó un espacio para la venta de comida para llevar en el Rincón del Gitano.
Con una trayectoria de 25 años en el negocio de los banquetes y heredero de una inigualable sazón, Hugo hace frente a la pandemia con optimismo. Reconoció que será un poco difícil recuperar en lo inmediato el negocio de banquetes, pues la situación epidemiológica que prevalece no lo permite.
Por ello es que los eventos que tenía agendados para este segundo semestre del año, especialmente las graduaciones, se reagendaron luego de negociar con sus clientes.
“Tenemos incertidumbre, al menos en mi caso, de no dar una respuesta a mis clientes”, dijo y explicó que por ejemplo tienen el caso del banquete para la graduación de Enfermería, que son alrededor de 800 personas, a quienes no les pueden dar una fecha exacta o una resolución.
Con los papás de estudiantes de otra escuela, dijo, dialogaron y acordaron posponer el festejo para febrero del próximo año. “Se están posponiendo, no se están cancelando”, apuntó.
Pero mientras llega esa fecha, tiene que hacer frente a la situación para que el personal que trabaja con él también tenga la posibilidad de obtener recursos para el sostenimiento de su familia.
“Los banqueteros somos los últimos, en los niveles de que se puedan aperturar, entonces la verdad es que sí está delicada la situación”, dijo.
Mencionó que quienes están en posibilidad de hacerlo como es su caso, reinventan su negocio mientras se estabiliza la situación en materia de salud y abren un pequeño negocio. Algunos sí lo logran pues son gastrónomos y tienen los permisos como tal, otros no, porque están constituidos únicamente como servicio de banquete.
Quienes han sido más afectados, reconoció, son los meseros que trabajan de manera eventual, sin embargo, se hace el esfuerzo para que aquellos que están en el área de cocina manteniéndose su fuente de trabajo a través de su colocación en algunos restaurantes.
Poco a poco y debido a que su trabajo es reconocido por muchos en la ciudad, el Rincón del Gitano se posiciona poco a poco dentro del gusto de la población, que ante la imposibilidad de ir a comer al restaurante, va a comprar la comida a su negocio.