Orizaba, Ver.- Aunque actualmente, por cuestiones de transparencia, no hay una cifra exacta de cuántas personas se han inhumado en el Cementerio Municipal Juan de la Luz Enríquez, al comienzo de la pandemia por Covid-19 el número de entierros se incrementó significativamente, mencionó Camilo Boschetti Oliver, administrador del camposanto.
Señaló que durante los meses más difíciles del año pasado “hubo muchísimas defunciones, no tenemos nosotros un dato preciso de cuántos, porque ahora con la transparencia no podemos saber la causa de muerte de las personas, nos enteramos muchas veces por los familiares, pero si fueron muchísimos”, dijo.
Subrayó que no todas las personas que fallecen en la ciudad, por ésta y otras causas se sepultan aquí, sino en los municipios donde residían.
Agregó que en ese lugar no se ha bajado la guardia en cuanto a los cuidados, menos ahora que desconocen la causa del fallecimiento de las personas, por ello es que a los trabajadores se les proporciona todo el material necesario para llevar a cabo su labor con todas las medidas de seguridad, ya sea que la persona haya fallecido por Covid-19 o no.
Apuntó que la afluencia de visitantes al Panteón Municipal Juan de la Luz Enríquez se incrementó, sobre todo en fines de semana, ya que al comienzo de la pandemia se cerraron sus puertas, como medida de prevención.
Finalmente, Boschetti Oliver dijo que el panteón tiene 7 mil 500 espacios disponibles y un promedio de vida de entre 12 y 15 años. Su capacidad es de 45 mil 500 lugares disponibles, de los cuáles unos 38 mil ya están ocupados.