Río Blanco, Ver. - En las inmediaciones del panteón municipal “Salvador Gonzalo García” de Río Blanco, vendedores de flores reportan ventas regulares de su mercancía; están recuperando la inversión de lo comprado, comenta Gabriel Gálvez, comerciante.
La venta de flores como cempasúchil, moco de pavo y nube, las que son características de la temporada, están ayudando a los comerciantes a que sus ventas sean regulares; sin embargo, esperan sean mejor mañana sábado 2 de noviembre.
En cuanto a los precios, refiere que los manojos de flor de cempasúchil y moco de pavo está en 25 pesos, la nube en 15 pesos y otras flores en 20 a 25 pesos, como la margarita amarilla o blanca. Los claveles rojos están a 30 pesos y una rosa roja en 15 pesos.
El declarante comenta que ayuda a su esposa, quien es la que se encarga de ir a comprar la flor al Mercado de Orizaba o Camerino Z. Mendoza, y este año el rollo o brazada le salió en 180 pesos, "es una inversión que se hace y la recuperamos, no le sacamos más”.
Describe que entre los camiones, el taxi de regreso y alguna botella de agua o comida que llegue a realizar, son gastos de más, que esperan recuperar con la venta de flores, “ahorita vemos afluencia y esperamos mañana haya más, pues es el día mayor y como es sábado quizá vengan temprano y por la tarde hagan otras cosas, pues a veces llueve y eso nos afecta”.
Recuerdan a familiares
El panteón municipal Salvador Gonzalo García empezó a recibir afluencia desde la mañana de este viernes 1 de noviembre, donde las familias realizan limpieza a los sepulcros, cortan la hierba crecida y adornan con flores de temporada o las favoritas de los difuntos.
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Mario Zepeda Martínez llegó al panteón con su esposa e hijo a llevarle flores a su papá, quien falleció hace tres años a consecuencia de la pandemia de Covid-19, “lo más fuerte de la pandemia lo resistió, fue vacunado, pero se contagió, salió de la enfermedad que me lo tumbó una semana, su salud iba bien, pero su riñón empezó a fallar, mi padre no aguantó".
Hoy, el recuerdo que tiene de él lo llevará por siempre y aunque ahora radique en la capital del estado, aprovechó el puente para venir a la tierra que lo vio nacer, visitar a su madre, hermanas y la visita obligada, el panteón.
De igual forma, Abraham visitó el panteón para dejarle flores a su hermano Roberto, a quien describió como su mejor amigo y cómplice, “fueron muchas aventuras de niños, él fue el primero en saber que yo sería padre, hoy mi hija tiene 24 años y le hablo de su tío, aunque ella lo conoció”.
El entrevistado comenta que como parte de su ofrenda, colocó la foto de sus padres y su hermano, además de unas latas de cerveza de una marca conocida, que eran las preferidas de su hermano.
Verónica López, originaria de Orizaba, visitó en el panteón a sus padres, quienes vivieron en Río Blanco, “hoy vine sola al panteón, pues mis hijos estaban ocupados, pero en casa, los recordamos con la ofrenda, yo les puse mole y naranjas maltas pocas, porque todo subió de precio”.
Llevó a su mamá una rosa blanca, la cual era su favorita, pero también adornó el sepulcro con flores como cempasúchil.
Es importante comentar que el año pasado, de acuerdo al registro de la administración del panteón, se tuvo una afluencia de 5 mil personas, este año se espera pueda superarse, ya que es fin de semana.