En Veracruz, se observan desigualdades significativas en el acceso a servicios de infraestructura para el consumo doméstico, así como en la regularidad con la que los hogares reciben el servicio de agua potable.
Según el reciente estudio de BBVA Research, Veracruz encabeza la lista de los seis estados que concentran más del 60 por ciento de los hogares urbanos sin disponibilidad de agua entubada, junto con Puebla, Guerrero, Estado de México, Chiapas y Oaxaca.
Esto no puede atribuirse únicamente a la lejanía o marginación geográfica de las viviendas, sino que posiblemente sea un problema derivado de la falta de planeación urbana y los asentamientos irregulares, según señala el estudio de BBVA Research.
Además, el estudio revela que en 2022, solo el 58.7 por ciento de los hogares en Veracruz recibieron agua entubada diariamente.
Asimismo, Veracruz se posiciona como la tercera entidad con mayor consumo de agua en el país, representando el 6.7 por ciento del total nacional. Dentro de este consumo estatal, el 50 por ciento corresponde exclusivamente al sector agropecuario.
A nivel estatal, Veracruz consume un total de 6,029 millones de metros cúbicos de agua, distribuidos entre diversos sectores, destacando el agropecuario con 3,008.8 millones de metros cúbicos.
Los datos expuestos revelan que la disponibilidad y acceso al agua no son los únicos desafíos que enfrenta el país y el estado de Veracruz. También se evidencian preocupaciones sobre los diversos usos de los recursos hídricos, la eficiencia en su utilización y la desigualdad en el acceso a nivel de hogares.
¿Cómo revertir la situación actual?
Al analizar los usos del agua en México, el informe destaca que cerca de dos tercios del consumo del líquido vital en el país se destinan al sector agropecuario. Este sector es crucial ya que provee de alimentos necesarios para millones de familias en México e incluso a nivel mundial mediante el sector agroexportador. No obstante, es imperativo hacer más eficiente el uso que se da dentro de este sector.
En cuanto a la eficiencia en la utilización del agua, se considera necesario realizar ajustes de precios que permitan equilibrar la oferta y la demanda del recurso hídrico. De esta manera, los hogares con un mayor consumo per cápita de agua, que suelen ser aquellos con mayores ingresos, podrían financiar, a través de esquemas escalonados, las mejoras necesarias en los sistemas de almacenamiento y distribución del agua.
Asimismo, es fundamental que los precios del agua suministrada a los sectores con mayor consumo reflejen las condiciones de escasez y los costos totales necesarios para satisfacer la demanda.
En cuanto a la sequía que afecta al 64.6 por ciento del país, las señales de escasez de agua son innegables. Sin embargo, es importante agregar el contexto de desigualdad en el suministro de agua potable en los hogares mexicanos.
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La investigación sugiere que se deben considerar las desigualdades que surgen según el nivel socioeconómico, lo que evidencia que el agua en México no solo escasea, sino que también está mal distribuida entre los diferentes estratos socioeconómicos.
Si bien las condiciones varían en cada estado y ciudad del país, es esencial mejorar la planificación urbana para garantizar el acceso al agua como un asunto de justicia social.
Nota publicada originalmente en Diario de Xalapa