Orizaba, Ver.- Un grupo de trabajadores que fue despedido de Talleres y Aceros (TyASA) a mediados de la semana y no aceptaron el finiquito que les presentaron representantes de la empresa por considerar que estaba muy por debajo de lo que marca la ley, buscan llegar a un acuerdo con la empresa, antes que pensar el presentar una denuncia ante la instancia correspondiente.
Los ex trabajadores, que dijeron fueron enviados a su casa desde hace aproximadamente tres meses por ser parte de la población más vulnerable a la pandemia por padecer principalmente diabetes, se dijeron sorprendidos por su liquidación.
Tras pedir la omisión de sus nombres, expusieron que fueron requeridos, por parte de un funcionario de la planta, unos el miércoles, otros el jueves y otros el viernes para que se presentaran a una evaluación médica.
“Nos pidieron el celular, la credencial de elector; nos hicieron esperar junto al cajero en lo que licenciado se desocupaba, después, nos empezó a atender de dos en dos”, relataron.
Mencionaron que los despedidos fueron 35, unos sí aceptaron la liquidación. Consideraron que tal vez por lo sorpresivo que fue la aceptaron; quienes no lo hicieron fue porque el monto que les quiso dar la empresa no es lo que les corresponde por ley.
“En mi caso, dijo uno de ellos, yo le comenté que la situación de la planta está un tanto complicada en cuanto a ventas. Dije que sí, que no había problema; el (licenciado) me dio el finiquito, dentro del finiquito venía cierto porcentaje de la liquidación por así decirlo, porque no venía todo”.
Le hizo la observación, agregó, de que dentro del finiquito tenían que ir 90 días, más 20 días por año, que nos corresponde porque nos están liquidando. “El licenciado se molestó, que era lo que nos tenía que dar y se puso en un plan un tanto grosero”, subrayó.
La antigüedad de los trabajadores varía y va desde los cinco hasta los 28 años y el monto oscilaría también dependiendo del sueldo que percibían.
Señalaron que mientras estuvieron en casa la empresa les pago su quincena y les sorprendió que hayan tomado la determinación de liquidarlos a ellos, pues no solo por la pandemia que transcurre les será muy difícil encontrar un trabajo, sino por la enfermedad que padecen.
Refirieron que ellos no exigen más que lo que les corresponde por la antigüedad y las prestaciones que se deben respetar cuando se liquida a un trabajador, entre ellos el porcentaje por el riesgo que corrían quienes se desempeñaban en el área más peligrosa de la factoría.
“Pedimos lo justo, No pedimos Ni más ni menos, queremos lo que es”, dijeron. Eso, concluyeron les permitirá sostener a su familia y poner un pequeño negocio que les dé un poco de recurso para salir adelante.