La aparición de enfermedades y condiciones relacionadas con el cambio climático hacen necesario que los profesionales de la medicina comiencen a considerar los efectos que este fenómeno tiene de manera directa en la salud y empiecen a tener dispositivos y protocolos para poder diagnosticar y atender de manera oportuna a las poblaciones en riesgo aseguró Alejandra Nuñez de la Mora, integrante del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la Universidad Veracruzana (UV).
Al impartir la conferencia denominada "El futuro está aquí: los efectos de la crisis climática en la salud humana", la especialista destacó que la insuficiencia renal fue una de las primeras enfermedades en detectarse, asociadas directamente al aumento de temperatura por el cambio climático, sin embargo, aclaró que hay muchas otras que ya están manifestándose.
Explicó que entre los efectos que el cambio climático tiene a nivel cerebral es que se exacerban las condiciones mentales preexistentes y se incrementan las conductas de violencia y de agresión. Además, aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares e infartos, en los pulmones agrava las condiciones preexistentes como el asma y en las mujeres embarazadas aumenta el riesgo de un parto prematuro y de un infante con bajo peso al nacer o con riesgo de muerte.
La especialista expuso que de manera local, el calor es uno de los efectos más peligrosos y preocupantes del cambio climático debido a los efectos que tiene en partes de nuestro cuerpo y en la bioquímica. Destaca que el metabolismo de los humanos como mamíferos térmicos no pueden resistir más temperatura, por lo que si se cumplen las proyecciones que se tienen para los próximos años va a darse una mala adaptación del medio ambiente.
"Estos golpes de calor que empezamos a ver entre nuestros amigos o colegas son un indicador de que nuestra fisonomía comienza a ser insuficiente para adaptarnos a las condiciones actuales (...) necesitamos empezar a aplicar protocolos en las escuelas, los centros de trabajo para cuidarnos de las temperaturas extremas", reitero.
Otro impacto de las altas temperaturas en la salud, aseguró Núñez de la Mora, es la resistencia que están desarrollando algunas bacterias, lo que implica que algunos de los medicamentos que están funcionando actualmente van a dejar de hacerlo. En ese sentido consideró que la situación es preocupante toda vez que actualmente ya hay un problema serio en términos de resistencia a los antibióticos y esto se puede agravar de manera considerable por el efecto de las temperaturas.
Y es que, expuso que hay ciudades y poblaciones en donde ya se presentan temperaturas de 50 a 51 grados centígrados. "Ahí no es una cuestión de voluntad ni de acostumbrarse porque simplemente nuestro metabolismo no puede lidiar con esas condiciones y hay sectores mucho más vulnerables", dijo.
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Finalmente la investigadora universitaria advirtió que el riesgo es mayor en las ciudades debido a las “islas de calor” que se producen debido al exceso de cemento y materiales que no disipan el calor haciendo que se concentren gases y radiaciones. Destacó que esto se refleja en el hecho de que durante el día y la noche las zonas que están construidas tienen hasta 12 grados de diferencia con las zonas rurales o en aquellas en las que hay parques. "Esto tiene un impacto si consideramos que las proyecciones a futuro es que en unos años, tres cuartas partes de la población mundial vivirán en zonas conurbadas", concluyó.
Nota publicada en Diario de Xalapa