Orizaba, Ver.- Estudiantes, empleados y profesionistas que viajan en autobús o auto particular, todos los días quedan atrapados y sin salida durante una o dos horas, al colapsar el tránsito en la autopista de Orizaba hacia Fortín y Córdoba, como por la carretera federal, ya sea por accidentes o por los trabajos que se realizan en el puente de Metlac y el retiro de la excaseta de peaje.
Al quedar varado el tránsito en la carretera de cuota, el transporte de carga, de pasaje y particulares transitan por la carretera federal, saturándola, lo que genera retraso en el traslado de estudiantes, trabajadores y profesionistas que estudian o laboran en los municipios de Fortín y Córdoba.
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Demoras de hasta 120 minutos para avanzar unos cuantos kilómetros en la autopista más congestionada de la zona Centro de Veracruz, debido a la demolición de la excaseta de peaje y reparación del puente de Metlac, así como por los accidentes que se registran por condiciones meteorológicas o falta de pericia de los conductores.
“En 10 años que llevo laborando en la Jurisdicción Sanitaria de Córdoba nunca vi caos igual en la pista, quedamos atrapados adentro del bus en la mañana y por la tarde, al regresar. En esta semana llegué tarde al trabajo porque el autobús quedó detenido por más de una hora. Tomo el camión con dos horas de anticipación y ni así llego a tiempo”, dice María del Rosario Reyes.
Señala que a veces el camión avanza dos o tres kilómetros, pero al llegar a la comunidad de Sumidero, municipio de Ixtaczoquitlán, los vehículos quedan detenidos por hora y media o más, en ambos carriles.
Los accidentes por la imprudencia de operadores de tráileres son el pan de cada día. Y el temor de los pasajeros es que los asalten, como ya ha ocurrido en varias ocasiones en ese tramo, a cualquier hora del día.
Luis, estudiante de Arquitectura, sale en la madrugada para llegar a la facultad, que está en Córdoba a buena hora y el retorno, por la noche a Orizaba es mucho más complicado, por las largas filas que se hacen también de Córdoba a Orizaba; además de que el riesgo por la inseguridad es latente. Esta situación, dice, se resiente con mucha más frecuencia desde octubre pasado.
Por su parte, Fernando López, empleado, comenta que lleva a sus hijos a la escuela hasta Fortín, “siempre salimos de la casa a las 6:30 0 7:00 de la mañana, por muy tarde, para poder llegar temprano”.
Finalmente, César, que es residente del hospital del IMSS de Córdoba, revela desde que inició el mantenimiento del puente de Metlac y ahora la demolición de la excaseta tiene que tomar previsiones o quedarse en un hotel cerca del hospital, porque se tarda una o dos horas para llegar a su centro de trabajo.
