Orizaba, Ver.- Los juegos como el trompo, las canicas, el balero, traca-traca y otros tantos, que permitían la convivencia entre los niños se están extinguiendo y ahora los videojuegos y el celular mantienen atrapada la atención de los niños.
“La mayoría de los niños pidió en sus cartas a los Reyes Magos, regalos como teléfonos celulares, cámaras digitales, reproductores de música MP3 y videojuegos, dejando en el olvido las muñecas de trapo, los coches y camiones de madera, los baleros, trompos y yoyos, que hasta hace unos años eran los juguetes más codiciados por los reyes del hogar”, dijo José Soriano Oyarzabal, comerciante de juguetes artesanales.
Reconoció que ya no se vende igual que hace unos años, pues a la gente ya no le importa el tiempo que inviertan en hacer cada juguete, pero “para uno como artesano es difícil dejar que se pierda nuestra cultura, cuando de eso hemos vivido por décadas”.
Recordó que los materiales con los que elaboran los juguetes artesanales son: barro, trapo, cartón, papel, madera, laca, cera, hojalata, alambre, latón, mimbre, zacate, paja u otros materiales reciclables, los cuales no ponen en riesgo la salud de los pequeños.
Y aunque son artesanías, su precio es muy accesible, por lo que cualquier persona puede comprarlos; “no como esos videojuegos que cuestan hasta 5 mil pesos y lo único que hacen es enajenar a los menores de edad”, dijo.
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Finalmente, dijo, el juguete más barato que tiene a la venta cuesta 35 pesos, como el trompo, bolsa de canicas y el traca-traca, el balero vale 100 pesos porque es más laborioso.